Portugal, la gran alternativa para los narcotraficantes gallegos

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil ataca la cabeza del clan de narcos de Vilanova de Arousa, Los Piturros, tras la introducción de droga en abril en Peniche

 Las hélices de la embarcación acabaron con la vida de uno de <br>los lancheros que cayó al mar durante el acercamiento de la <br>misma a la playa de Peniche. NUNO FERNANDES
photo_camera Las hélices de la embarcación acabaron con la vida de uno de los lancheros que cayó al mar durante el acercamiento de la misma a la playa de Peniche. NUNO FERNANDES

La presencia de narcotraficantes gallegos en Portugal es una constante desde hace muchos años, más aún en los últimos tiempos en los que los alijos de cocaína invaden Europa con la provincia de Pontevedra como uno de los puntos más vigilados. Ello les ha llevado a operar más al Sur, siempre en contacto con los colombianos, que tienen oficinas estables en esa zona de Portugal.

Los nexos de gallegos y lusos vienen dados, además, por la construcción de narcolanchas, que se fabrican a ambos lados de la raia pero que en el país vecino aún no son ilegales. Es por ello que los astilleros del Miño y el Lima se han convertido en referencia para el crimen organizado, ya no solo a nivel ibérico, sino europeo, con presencia habitual de miembros de la Mafia italiana.

                      El coche del jefe de la PJ de Portugal, ante la principal vivienda de Os Piturros, ayer.
Efectivos de la GNR y la Polícia Judiciária incautaron la embarcación, en la que aún había 210 kilos de cocaína en siete fardos que los narcos dejaron atrás para escapar.NUNO FERNANDES

Importante cártel en Peniche

En los últimos meses, un importante cártel colombiano se ha hecho fuerte en la zona de Peniche, a través de una oficina desde la que gestionar los alijos que se desvían a costas portuguesas. En alianza directa con grupos gallegos, como Los Piturros, organizan la recepción de la droga y su entrega a sus compradores.

Desmantelan el histórico clan de Los Piturros

Una espectacular operación liderada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en coordinación con la Polícia Judiciária de Portugal y con participación de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), volvió a poner el foco en la mañana de este martes en las Rías Baixas gallegas y, en concreto, en la comarca de O Salnés.

El entorno de San Miguel de Deiro, en Vilanova de Arousa, zona de seguridad de varios clanes, recibió a los agentes, que llegaron en vehículos rotulados y camuflados y con apoyo aéreo. Buscaban pruebas para acabar de relacionar a Los Piturros con el alijo de 1.400 kilos de cocaína intervenido en Peniche (Portugal) a principios de abril, en un suceso del que dio cuenta en primicia este periódico y que se saldó con la muerte de uno de los narcotransportistas, que cayó de la planeadora durante la llegada a la playa y falleció bajo las hélices de sus potentes motores. 

Los registros realizados tuvieron lugar tras la detención de una decena de personas. Se piensa que entre ellas están varios miembros del citado clan, entre ellos los que fueron identificados en su momento en el entorno de la embarcación localizada en la playa portuguesa, a medio camino entre las localidades de Nazaré y Lisboa. Juan Manuel S.V., Valentín R.S. y Fernando David L.P. estarían relacionados con aquel intento de descarga que fue abortado en su momento. Detrás del mismo estaría un pacto entre un enlace del Balkan Cartel, de nacionalidad albanesa, un ciudadano italiano relacionado con la Ndrangheta y, por supuesto, los colombianos. Dos personas de estas dos últimas nacionalidades también fueron identificadas por autoridades portuguesas en los momentos posteriores a la llegada de la droga en Peniche, y las tres, albanés incluido, fueron detectadas en Galicia en los días anteriores al narcotransporte

Fue la Guardia Nacional Republicana (GNR) la que localizó el grueso de la cocaína, más de 1.200 kilos, que ya había sido desembarcada y estaba almacenada en una zona boscosa de las inmediaciones de la playa, preparada para ser cargada en vehículos todoterreno. Mientras, en la propia embarcación fueron hallados otros 210 kilos que los narcos dejaron atrás después de una frenética llegada al arenal que se saldó con la muerte de uno de los lancheros y una salida veloz con la intención de salvar un alijo que acabaron por perder.