"Entendimos que el vídeo era tan brutal que acabaría en juicio, pero no llegamos a juicio, la jueza no ve indicio de maltrato en las imágenes", cuenta Luisa Crespo, madre de una niña con discapacidad que denunció un presunto maltrato de dos cuidadoras a su hija en un centro de educación especial.
Indignada, esta familia acaba de divulgar unas imágenes grabadas por un vecino en el centro de Vilagarcía al que acudía la menor, que entonces tenía catorce años, y en las que se puede ver a dos cuidadoras reduciéndola en el suelo. "Se abalanzan sobre ella sin que ponga resistencia alguna y le tiran del pelo", cuenta la madre. "Ellas dijeron que le estaban aplicando el protocolo de contención, porque la niña en ese momento estaba muy agresiva, pero en el vídeo se ve que estaba muy tranquila", añade Luisa Crespo.
En su declaración ante la jueza, las cuidadoras señalan que lo que hicieron fue "aplicar el protocolo de contención establecido para preservar su integridad física, la de la propia niña y la de sus compañeros" y defienden que el vídeo no recoge lo que ocurrió minutos antes y después de su actuación.
"Ese protocolo no existe, tenía que estar firmado por nosotros y nosotros no hemos firmado nada", asegura por su parte la madre de la menor.
Las imágenes se hicieron públicas el pasado martes en el programa ‘Mañaneros’ de Televisión Española y circulan por las redes sociales desde entonces. Fueron tomadas en 2022 aunque los padres de la pequeña no las divulgaron antes, sostienen, "porque el proceso estaba judicializado". Ahora, una vez se ha desestimado el caso, la familia ha decidido sacarlas a la luz y muestran su malestar y disconformidad ante la respuesta judicial.
"La jueza toma declaración a las presuntas maltratadoras y a nuestra testigo tarda no sé cuánto tiempo. Sus palabras textuales fueron que ella no ve indicio de agresión en el vídeo y con las pruebas que entregan, que es un protocolo sin firmar, Fiscalía tampoco dice nada. Es una menor totalmente desamparada", subraya Luisa Crespo.
"No se trata de creer una versión u otra, se trata de ver las imágenes, que son brutales, es gravísimo", advierte la madre de la menor con discapacidad, que asegura que mantendrán la vía judicial para defender a su hija. "Vamos a apelar, a ver si el caso se queda en el juzgado y si no acudiremos al juzgado siguiente".
La menor padece TGD (trastorno generalizado del desarrollo) en grado dos, consecuencia de una encefalopatía que se manifestó con 14 meses y que le dejó una hemiplejía que le afecta también a la visión en el ojo derecho. Además, sufre discapacidad intelectual severa secundaria y epilepsia. Desde el año 2016 y hasta que se produjeron los hechos, en septiembre de 2022, acudía a diario un centro de educación especial de Vilagarcía al que la familia había denunciado con anterioridad por "discriminar a su hija". Actualmente asiste a otro centro educativo.
