Medio siglo es una cifra redonda y un motivo más que suficiente para que aquellos que estudiaron en el Colegio de la Renfe, situado en Bamio (Vilagarcía), se reúnan para celebrarlo. El lugar de referencia será el Hotel Carlos I, de Sanxenxo, donde está prevista su llegada el día 4, y tras la recepción dispondrán de tiempo libre.
El Pazo de Faramello, en Padrón, será el primer destino de los participantes el 5, una visita que seguirá en Compostela con la comida y un paseo por su casco antiguo, antes de retornar al hotel. Pontevedra será la escala del domingo, día 6, y el 7 comenzará el viaje de retorno.
Está prevista la presencia de 82 alumnos de la trigésima segunda promoción, acompañados por sus esposas u otros familiares en la mayor parte de los casos, en un evento que da continuidad a los que celebran cada dos años y que tienen como escenarios diversas localidades españolas. Hasta 120 llegaron a reunirse, indicó uno de ellos, Agustín Miñarro Millán.
Quienes acudirán fueron compañeros de estudios en Bamio (Vilagarcía) entre los años 1969 y 1972, una etapa que estuvo marcada por una novedad que iba a cambiar la dinámica establecida hasta entonces, porque los que cursaban los tres años ya no tenían un puesto de trabajo garantizado en la Renfe, pero cuando faltaban tres meses para concluir el ciclo, supieron que deberían enrolarse en el Regimiento de Ferrocarriles para quitar provecho a los conocimientos adquiridos.
Un año en la Academia Militar y aprobar unas oposiciones fue el paso previo a su incorporación a un puesto de trabajo en alguna de las grandes estaciones de ferrocarril españolas, y a su conversión en personal civil de las mismas.
"Los que quedamos nos vamos a ver con menos pelo y más barriga", comentó Agustín Miñarro desde el tren en el que se desplazaba a Pontevedra.
