La portonovesa Patricia Agüín se alza como quinta mejor florista del mundo

Patricia Agüín es, oficialmente, la quinta mejor florista del mundo. La vecina de Portonovo se hizo con el título después de clasificarse en el Interflora World Cup 2023, que se celebró durante los pasados 7, 8 y 9 de septiembre en Mánchester (UK), y en el que se batió contra concursantes de otros 19 países. El paso de Agüín por el programa, que se retransmitió vía ‘online’ para todo el mundo en tres galas en directo, mantuvo en vilo al municipio, especialmente a la villa de Portonovo, donde la concursante recibió el cariño de sus vecinos y allegados por diferentes vías, además de cosechar una legión de fans aficionados al arte floral de todo el Estado, que apoyaron a su representante a través de las redes sociales oficiales de la cita.

El quinto puesto significa, para Agüín, figurar entre los cinco clasificados que se decidieron en la segunda gala del programa, junto a los representantes de Alemania, Noruega, UK e Irlanda, y Corea, y un merecido lugar de honor en la final del programa. Si bien finalmente fueron estos tres primeros clasificados quienes se alzaron como ganadores en primer, segundo y tercer puesto respectivamente, la portonovesa consiguió conquistar la pantalla y el corazón del público y el jurado a base de esfuerzo, creatividad y meses de dedicación.

LA PREPARACIÓN. Y es que, tal y como publicó este periódico el pasado mes de marzo, ya entonces la portonovesa se encontraba en medio de un entrenamiento intensivo en vistas a disputar esta prueba. Anteriormente, en la edición española del concurso organizado por Interflora, Agüín ya había conseguido consagrarse como ‘Mejor artesana florista’ de España, título que había conseguido en el mes de octubre en Toledo. Fue entonces cuando decidió enfrentarse a una prueba de mayor altura e ir a por el mundial. 

Para ello, durante varias semanas se preparó entre Sanxenxo, Valencia y Sevilla apoyada por un equipo de 10 profesionales, con entrenamientos de técnica floral y formaciones dirigidas a la prueba mundial, que contaba con una temática rigurosa. Tal y como ella misma explicaba a Diario de Pontevedra, "vai sobre a nai terra e o que se premia é a sostibilidade, polo que para as tres composicións que hai que levar estruturadas, farei unha sobre os bosques, outra sobre o mar, e outra sobre as nubes, con materiais de aquí, para que leve algo de Galicia. Bosques, mar e nubes, aquí temos abondo". Y, sin lugar a dudas, cumplió con su objetivo.