La lluvia no impidió que los gallos de San Marzal volvieran este martes a ser los protagonistas, un año más, de una de las celebraciones más emblemáticas de Arra, que se recuperó el pasado año ya sin restricciones tras la pandemia y que, desde entonces, continúa atrayendo a decenas de vecinos y curiosos. Aunque parte de la fiesta prevista para la jornada de este martes, en lo que respecta a la correspondiente verbena, tuvo que suspenderse para ser trasladada al viernes, la Subasta do Galo mantuvo viva la tradición, al igual que el pasado año, desde el interior de la capilla.
Allí se congregaron los vecinos deseosos de hacerse con un ejemplar, o con una planta, cuya subasta contó con siete variedades diferentes, en una cita que se desarrolló después de la misa de las 13.00 horas.
En lo que respecta a la subasta de gallos, este año dobló la puja de la pasada edición, con cuatro ejemplares, que alcanzaron entre 35 y 40 euros, sin llegar a alcanzar el nivel económico de los años anteriores.
ACTUACIONES. Las celebraciones en Arra comenzaron ya el lunes, con la jornada en honor a San Amaro, que contó con su respectiva verbena a cargo de Los Satélites y París de Noia. Para la verbena del próximo viernes 19, correspondiente a la festividad de San Marzal, están previstas las actuaciones de las orquestas Finisterre y Fuego.
