VIDA SALNÉS

Nacho Crespo: “Vivo para servir a los demás”

Cambió Madrid por el rural gallego de Meaño, y en 2007 creó el hotel Quinta de San Amaro
photo_camera Nacho Crespo. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Mi historia
Soy madrileño, vivo en Meaño, vengo de una familia numerosa y soy un niño que podría estar perfectamente reflejado en la serie de televisón Cuéntame. Empecé estudiando sicología pero era una carrera mucho más científica de lo que yo creía (yo iba por letras) y ese mismo verano, cuando dejé sicología, me puse a trabajar en una agencia de viajes. Me enganchó y me quedé. Por eso, si alguien me pregunta cuál es mi profesión yo diría que soy “agente de viajes”. Acabé montando mi agencia y fue un gran éxito. Luego llegarían cambios al mundo del turismo y empecé a pensar qué iba a hacer. Poco a poco, junto con quien era en ese momento mi pareja, Julio, pensamos en abrir un hotel pequeño, con encanto. Algo que si bien ya estaba bastante extendido en Asturias o el Pais Vasco o Cataluña, en Galicia no había nada y lo vimos como una buena posibilidad. No teníamos ninguna necesidad, pero Julio es gallego y yo pensé que el hecho de que tuviera arraigo aquí su familia podía en cualquier momento ayudar como así fue. 

¿Y dejas Madrid por el rural gallego?
Yo había venido durante 15 años a Galicia de vacaciones, pero no es lo mismo que de una vida completamente urbana, pasar a vivir en un entorno rural. Porque es Meaño y cuando llegamos, Meaño era un gran desconocido. De hecho la gente de la comarca del valle del Salnés no sabía ni dónde empezaba ni dónde acababa. 

¿Así nace Quinta de San Amaro?
Sí. Después de mucho esfuerzo, después de vender empresas, de vender casa, del riesgo que supone, abrimos el negocio en el que estoy metido que es Quinta de San Amaro, que es un hotel y restaurante. 

¿Sentiste temor al cambio?
Un cambio tan grande a un entorno rural tan pequeño y tan casi aldea a mí no me suponía ningún temor. El resultado fue una adaptación total y absoluta. Un año y medio de construcción y una inauguración que recuerdo con pavor, con estrés, porque es cuando empiezas a estar consciente de dónde te has metido... Por un temor económico, por un estrés impresionante, por trabajar con tu pareja que nunca lo habíamos hecho.

Pero lo conseguistéis.
Efectivamente. En 2007 se inauguró el hotel y restaurante. Yo tenía 39 años y consideraba que o lo hacíamos en ese momento o no se hacía.

¿Por qué?
Porque a partir de los 40 uno se vuelve más cauteloso, más conservador, más miedoso con los proyectos. Pero lo hicimos en el momento adecuado. Se abrió, se inauguró y funcionó maravillosamente bien desde el primer momento. 

Y vinieron los reconocimiento.
De todo esto han pasado ya 16 años. Hemos sido reconocidos en muchos ámbitos distintos, desde prensa, a entidades oficiales, a revistas especializadas, y al final, aunque parezca un poco cursi, el mejor premio es el grado de satisfacción de la gente.

¿Y cómo os recibe Meaño?
Siempre nos hemos sentido muy bien recibidos. También es verdad que hemos trabajado mucho desde el primer momento para hacer que se nos reciba bien. Y eso tiene que ver con colaboración, con sinergia y con ganas de querer trabajar por los demás y por la comunidad. Porque no basta con abrir en Meaño y tener un sitio chulo. Tienes que ser alguien que abra las puertas al de Meaño para que considere que ese hotel es parte de ellos también y eso lo conseguimos. La gente que vive en Meaño presume del hotel que tiene entre las casas del lugar de San Amaro. 

¿Eres un madrileño en el Salnés que viene para quedarse?
Yo vengo para quedarme, para sentirme parte de la comunidad y para hacer todo lo posible para que el Salnés y Galicia sea conocida y sea reconocida como un gran destino turístico. 

Define “turismo”.
De esto podríamos hablar mucho porque mi noción del turismo con los años también ha cambiado. No siempre ha sido o es lo más positiva. Ahora estoy más, no por rechazar el turismo porque es lo que me ha dado de comer durante 30 años; pero sí me planteo si lo estamos haciendo bien para que el destino aguante lo que se le viene encima en un futuro.

¿Cómo somos en el Salnés?
Yo creo que el Salnés frente a otras zonas de Galicia es un poco distinta. No sé si es la palabra adecuada, pero puede que sea más abierta de mente. Podríamos hablar de esas frases hechas de que el gallego es muy cerrado o que es muy desconfiado... puede que lo sea, pero hablar de generalidades resulta complicado. Las personas también se adaptan a quien tienen en frente. Recibes lo que das en cierto modo. 

¿Has emprendido el viaje correcto en tu vida?
Tengo mis dudas, lo cual no siginifica que sea negativo. No soy una persona perfeccionista, pero sí quiero que las cosas salgan bien. Considero que es mejor hacerlo y no fallar que hacerlo perfecto. Al final, el mundo de la hostelería y del turismo tiene sinsabores. La satisfacción casi siempre viene relacionada con el trato al cliente. Yo soy una persona bastante conocedora del Salnés y de Galicia en general y me encanta transmitirlo. 

¿Repetirías este viaje en tu vida?
Yo creo que volvería a hacerlo sí, pero los tiempos han cambiado. Hoy en día la tecnología nos permite hacer planteamientos de negocio que sean más cómodos. Pero claro cuando hablamos de un servicio personalizado, cuando quieres entregarte al cliente, el cliente no sólo lo agradece sino que se acostumbra, o lo mal acostumbras, y ya quiere tirar siempre de ti de esa forma.

¿Se pueden clasificar por temperamento, clientes y nacionalidades?
La expriencia nos dice que hay un tipo de clientes más exigentes o más malhumorados. Por ejemplo, el cliente francés es bastante más antipático frente a otros. Pero después de la pandemia, ha habido un momento en el que hemos tenido mucha crisis con el cliente español. No sé si lo considero peor que el francés en ocasiones. 

Se dice que amor y negocio no se deben mezclar.
Sin ninguna duda.

Nacho Crespo de Quinta de San Amaro para Vida Salnés. JOSÉ LUIZ OUBIÑA 12
Nacho Crespo con su bola de cristal. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

¿Qué os pasó como pareja?
Nosotros llevábamos planeando abrir el hotel como un sueño. A lo mejor no valoramos que a veces los sueños se hacen realidad. La inauguración, que fue un mes de julio, hizo que tuviéramos la primera gran crisis. Inauguramos y en septiembre ya no nos hablábamos. Se arregló. Pero si bien es cierto que sufrimos mucho por esa separación no definitiva, cuando ya sí fue definitiva, a los dos años, yo creo que ya no sufrimos tanto ninguno de los dos porque lo malo ya lo habíamos pasado. Estaba claro que dejar de trabajar juntos no podíamos hacerlo. Lo lógico y lo adecuado fue el continuar cada uno por nuestro lado, pero en paralelo, porque la relación que tenemos Julio y yo es absolutamente maravillosa. 

¿Y ahora qué sóis?
Puede que el hecho de acabar siendo muy hermanos nos convirtiera en hermanos que es lo que somos hoy en dia. Yo sólo sé que estamos el uno para el otro. Nos llamamos todos los días, pero él ahora ya no forma parte de la Quinta porque ha decidido retirarse. Ahora la gestiono yo solamente y estoy agotado pero es lo que hay. 

¿Qué es el amor?
Podría decir que es lo que mueve el mundo, junto con el sexo, pero me hace pensar que es algo que siendo efímero le damos mucho protagonismo en nuestras vidas. Al final, no sé si por mi trabajo o por mi forma de ser no he sabido crear esa sensación de algo sólido para toda la vida. A mi me hubiera gustado envejecer con alguien a mi lado y eso cada día lo veo más complicado.

¿Por qué?
Porque nos vamos haciendo mayores, vamos siendo más raros, tenemos más manías, somos más intransigentes. 

Y en ausencia de pareja, ¿qué te llena?
Mi vida está ahora mismo muy llena porque tengo una hija de acogida. María es una maravilla. Y además, después de que he trabajado tanto me hace poder tener una brizna de aire fresco en la vida que no sea sólo trabajo. La idea de tener una niña, en este caso de acogida, de alguna manera es devolverle a la vida un poco de lo que te ha dado. Me siento útil, me rejuvenece, me hace muy feliz. 

Pero la puedes perder...
Cuando empiezas a hacer la formación para este tipo de experiencia vital, lo primero que te dicen es que nunca va a ser vuestra hija y se puede ir en cualquier momento. 

¿De qué te arrepientes?
Nunca me he arrepentido de nada de lo que he hecho. Puede que por el tema de las parejas que han pasado por mi vida, después de Julio, pues en algunos casos se hayan dado traspiés. Puede que por las prisas, o por la ansiedad, porque no soy muy buen amigo de la soledad. 

¿Cómo eres?
Yo creo que soy una persona abierta, amable, que puedo mantener conversación con gente de todos los niveles. Nada clasista. Soy una persona de izquierdas. Vivo para servir a los demás, desde lo laboral y lo personal también.

¿Cuánto hay de gallego en ti?
Yo voy a morir en Galicia. Creo que mi parte gallega es el arraigo que he conseguido tener aquí. Siempre me considero un poco distinto porque mi alrededor me hace ser distinto: en Galicia siempre seré de fuera.   

TEST DE VIDA

¿Una palabra?
Alegría.
¿Un lugar?
Galicia.
¿Una persona?
Julio.
¿Un personaje?
Alaska. 
¿Alguien importante?
María. Es mi vida ahora mismo.
¿Un objeto?
Mi bola de adivinar el futuro, de brujería. Está comprada en Nueva Zelanda pero al final representa muchas cosas en mi vida. Por un lado, poder tener a María en mi vida me resulta absolutamente mágico; pero soy una persoan que le gusta la estética, la decoración y me parece una pieza muy elegante y que siempre quise tener. 
¿Alguien imprescindible?
Julio seguramente también.
¿Qué es la vida?
Según pasa el tiempo no es que no valores tanto la vida, pero empiezas a sentir lo efímero de la vida. Yo quedé huérfano de padre y madre en 45 días con 24 años y eso te hace un poco más duro. La vida es un paso en el que lo que hay que intentar dejar es un poso de nosotros mismos a los demás.