1.398. Es el número de nidos de avispas velutinas que retiró la Xunta en la comarca de O Salnés en apenas tres años, entre 2020 y 2022, en el marco del plan gallego de control y vigilancia de esta especie invasora originaria del sudeste asiático. La clasificación de los concellos con más intervenciones comienza con Vilagarcía (524) y continúa con Sanxenxo (476), Vilanova de Arousa (154), Cambados (123), Meaño (57), Ribadumia (37) y O grove (27).
La ejecución del programa corre a cargo de la Empresa Pública de Servizos Agrarios Galegos (Seaga) y fue reforzado el primer año de pandemia mediante un acuerdo entre el Gobierno gallego y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para frenar la expansión de este insecto, también conocido como avispa asesina.
La cifra de nidos retirados supera los 3.000 en la comarca de Pontevedra, siendo la capital provincial la que lideró el número de nidos retirados: 1.218. En Poio se llegaron a fulminar 602, en Cerdedo-Cotobade 456, en Vilaboa 381, en Barro 221, en Campo Lameiro 120 y en A Lama 103. Por el momento, Ponte Caldelas es el único ayuntamiento que no aparece en la clasificación, pero lo hará en breve, ya que es uno de los seis municipios que se han adherido este año al plan regional.
En el caso de Marín, fueron intervenidos 734 avisperos y en Bueu 339, según las fuentes consultadas.3.101. Es el número de nidos de avispas velutinas que retiró la Xunta en la comarca de Pontevedra en apenas tres años, entre 2020 y 2022, en el marco del plan gallego de control y vigilancia de esta especie invasora originaria del sudeste asiático.
Cómo funciona
Cuando un particular u organización observa un nido de velutinas, el primer paso es dar aviso al Teléfono de Atención e Información Á Cidadanía 012, desde donde se coordinará el operativo. Fuentes oficiales de la Vicepresidencia Segunda y Consellería de Presidencia, Justicia y Deportes, aseguran que el plazo medio para la retirada de los nidos es de "cinco días hábiles", aunque también advierten de que el tiempo de espera puede ser mayor cuando los nidos son "inalcanzables" o tienen difícil acceso, y esto requiere actuaciones complementarias o permisos de terceros (tanto de administraciones como de propietarios).
Además, hay casos en los que el operativo es derivado al servicio de emergencias del 112. Por ejemplo, cuando los avisos se corresponden con una urgencia o cuando existe un riesgo especial por ser nidos que se encuentran en lugares muy concurridos.
Las cifras a nivel Galicia
A nivel autonómico el año pasado fueron retirados (con cargo a este plan) 22.200 avisperos repartidos en las cuatro provincias. De estas, A Coruña fue la que encabezó el número de intervenciones (10.352), seguida de Pontevedra (6.899), Lugo (2.918) y Ourense (2.054).
El plan cuenta en la actualidad con 311 concellos adheridos, equivalentes al 99,5% del total de municipios gallegos. Tan solo dos ayuntamientos están fuera del convenio: A Illa de Arousa y Meis, cuya alcaldesa, Marta Giráldez, puntualiza que en este municipio el control y la retirada de nidos de velutinas corre a cargo de la propia mancomunidad de montes, cuyo servicio es, en su opinión, "más eficaz y rápido" que la alternativa autonómica.
En el caso del año pasado, el mes en el que se registraron más avisos por avistamientos de nidos de velutina fue agosto (7.231 advertencias). De hecho, las fuentes consultadas inciden en que el verano pasado la línea de atención del 012 fue reforzada y que la previsión es implantar nuevas prestaciones para facilitar el contacto entre los particulares y la Administración.
Además, la Consellería puntualiza que la Xunta empezó a trabajar en 2014 en un programa para "minimizar" el impacto de la avispa asiática en la comunidad gallega pero que, ante el aumento de la presencia de velutinas, decidió redoblar los esfuerzos en 2020 y actuar con la Fegamp mediante un "plan centralizado".
En el caso de las trampas artesanales, un modelo recomendado por el Concello de Poio consiste en coger una botella de plástico de 1,5 ou 2 litros y en hacer en la parte superior dos agujeros enfrentados de entre 8,5 milímetros y 1 centímetro de diámetro. Debajo, se hacen otras dos perforaciones de entre 4 e 7 milímetros (para que los insectos pequeños puedan salir) y en el interior se inyecta agua, azúcar y levadura (que se deben cambiar cada dos o tres semanas)