El balance turístico del pasado año viene a rubricar lo que empresarios, administraciones y ciudadanos perciben como una tendencia al alza en los últimos años: que las Rías Baixas se afianzan como destino turístico de referencia en Galicia, ostentando un liderazgo que cada año se acrecienta aún más. La contundencia de las cifras es demoledora: el número de turistas que pasaron por Pontevedra durante 2023 ya mejora los registros prepandemia y supera, con diferencia, a la suma del resto del litoral gallego.
Una hegemonía social y económica que también se traslada al volumen de pernoctaciones, hasta el punto de que en las Rías Baixas no solo continúan creciendo año tras año, sino que acumulan un 35% más que el conjunto de las demás franjas costeras.
Un repaso más detallado a los datos divulgados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística refleja que el volumen de visitantes residentes en España triplica al de extranjeros y que ambos apartados experimentan un progresivo repunte desde 2019.
De este modo, se ha pasado de un total de 1,11 millones de turistas nacionales de hace cuatro años a los 1,17 contabilizados en 2023 (un 5% más). En cuanto a los procedentes de fuera de nuestras fronteras, la diferencia aún es más significativa: 397.000 en 2019 y 471.000 el pasado año (un 15% de aumento).
En cifras globales, por las Rías Baixas pasaron el pasado año 1,64 millones de turistas, un 8% por encima de los 1,51 millones censados en 2019.
El creciente atractivo del sur de Galicia no solo se constata en la estadística del INE, sino en la comparativa con las otras zonas costeras de la comunidad: las Rías Altas (segundas en el ránking) no llegaron a los 630.000 visitantes nacionales, la Mariña lucense se quedó en 146.000 y la Costa da Morte sumó poco más de 111.000. Es decir, Pontevedra aglutinó más turistas españoles que la suma de las otras dos provincias con costa.
Más abismal es la diferencia en lo referente a los extranjeros, que claramente se decantan por las Rías Baixas frente al resto de la oferta gallega. Más de 471.000 eligieron el sur de Galicia el pasado año, frente a los 163.000 de las Rías Altas, los 48.000 de la Costa da Morte y los 27.000 de A Mariña lucense.
El doble de foráneos
En resumen, Pontevedra duplicó la presencia de turistas acumulada por la suma del resto del litoral gallego. Una tendencia que ya se había producido en 2022 y en 2019, mientras que en 2021 y 2020 (años de la pandemia) había sufrido un lógico estancamiento, debido al sensible bajón en la llegada de extranjeros a Galicia.
Otro análisis llamativo se refiere a la época preferida por los turistas para visitar las Rías Baixas. Los residentes en España continúan decantándose por agosto, para aprovechar su amplísima oferta festiva y sus variadas celebraciones gastronómicas. En 2023 acudieron ese mes un total 207.000 personas, algo menos que las 208.000 del año anterior pero por encima de las 203.000 de 2021 y las 191.000 de 2019 (en 2020, en plena pandemia, la cifra bajó hasta las 146.000 personas).
Sin embargo, los extranjeros optan por huir de las aglomeraciones típicas de julio y agosto y gustan de épocas más relajadas, siendo septiembre el momento en que se produce más llegada de foráneos. En 2023 fueron 71.600, frente a los 68.000 de agosto.
Esta predilección ya se había evidenciado el año anterior (60.900 extranjeros en septiembre y 55.800 en agosto) y en 2021 (31.000 en septiembre y 30.000 en agosto).
Análisis de las pernoctaciones
El volumen de pernoctaciones, al estar directamente relacionado con el de visitantes, es otro indicativo de hacia dónde confluyen las prioridades turísticas de una zona. En el caso de las Rías Baixas, se vuelve a refrendar su prevalencia sobre el conjunto gallego, al presentar 3,5 millones en todo 2023, por encima de los 3,3 computados en 2022, de los 3 millones de 2019 y un millón más que todos los de 2021 (en plena resaca por el covid-19).
En este apartado, de nuevo los viajeros nacionales lideran la estadística, con 2,7 millones de alojamientos, frente a las 805.000 de los extranjeros. En total, entre ambos grupos de turistas, Pontevedra acumuló el pasado año un 35% más de hospedajes que la suma del resto de Galicia.
Y mientras los visitantes foráneos prefieren septiembre para viajar, el grueso de pernoctaciones lo realizan en agosto, al igual que los nacionales, lo que significa que muchos de los que pasan por las Rías Baixas eligen otra zona de Galicia para dormir.
La estancia media se sitúa por encima de las dos noches
La estadística también refleja que los turistas acostumbran a pasar por tiempo en sus destinos. Prefieren escapadas itinerantes para ampliar el abanico de lugares visitados antes que permanecer mucho tiempo en el mismo lugar.
Una tendencia que se viene acentuando en los últimos años, convirtiendo a 2023 en el año donde la estancia media en los hoteles fue la más baja de los últimos cuatro años en las Rías Baixas.
Así, mientras que en 2019 -antes de la pandemia- la tendencia era pasar algo más de dos noches en cada alojamiento (2,18), durante el pasado ejercicio la media descendió hasta las 2,03. Lejos de las 2,15 de 2022 y de las 2,29 del año anterior.
Atendiendo a la época del año con mayor permanencia de visitantes, el mes festivo por excelencia del calendario, agosto, mantiene su liderazgo, con una media de 2,66 noches por persona. En el caso de Pontevedra, el tirón de las Fiestas de A Peregrina juega un papel destacado, pero le sigue muy de cerca el mes de julio, con 2,61 noches de promedio.
La Feira Franca es otro gran polo de atracción de visitantes que repercute en la ocupación hotelera de las Rías Baixas, lo que explica que septiembre se coloque como el tercer mes con las estancias más prolongadas: 2,27 noches.
Curiosamente, esta tendencia de recortar las pernoctaciones solo se produce en las Rías Baixas y en las Rías Altas, mientras que tanto en A Costa da Morte como en A Mariña lucense se constata un efecto inverso entre los visitantes foráneos y nacionales.
