Los agentes de la Guardia Civil regresaron este martes al campo de la fiesta de Deiro (Vilanova de Arousa) para realizar mediciones y continuar con la recogida de pruebas y testimonios en relación con el atropello registrado en este lugar en torno a las 23.25 horas del día 8, cuando la conductora de un vehículo perdió el control del coche, un Smart automático, y colisionó contra uno de los pilares de pilar una carpa instalada en este lugar.
Quien conducía el coche era Digna Díaz, de 81 años, que estaba acompañada por su marido, Luis Falcón Pérez, un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, con antecedentes por contrabando de tabaco y tráfico de hachís y que también fue juzgado (y absuelto) por blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico. La mujer fue sometida al test de alcoholemia, que dio un resultado negativo. Todo apunta en la dirección de que se trató de un fatal despiste.
Mientras, un niño de doce años centra la preocupación tras el atropello. Sufrió una hemorragia abdominal, provocada por un hierro que se le clavó en el abdomen, fue sometido a una operación quirúrgica y se encuentra en el Hospital Clínico Universitario de Santiago, donde su evolución es positiva.
Fueron cinco los heridos que tuvieron que ser hospitalizados, y uno de ellos, de 27 años, que sufrió una le luxación de una rótula, recibió el alta en la mañana de este martes en el Hospital Montecelo, donde continúa ingresada (en la Unidade de Coidados Intensivos) otra víctima, una mujer de 66 años que presenta varios traumatismos, del que el más grave es una fractura en la base del cráneo. El cuarto está en el Hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo. Su pronóstico es grave y la evolución que presenta es favorable, su estado es estable, al igual que el ingresado en el Hospital do Salnés de Vilagarcía.
