El Goberno local de Vilagarcía acaba de adjudicar la reforma de la plaza de abastos de Vilaxoán a la empresa Marconsa por importe de 203.448 euros. A mayores de los 7.379 euros ahorrados sobre el precio de licitación, la adjudicación implica una importante mejora, ya que el plazo de ejecución se acorta un mes, de manera que las instalaciones estarán completamente renovadas en cuatro meses. La actuación, que se financia a través del Plan Concellos de la Deputación y de los fondos europeos de las EDUSI, tiene como objetivo dinamizar el mercado público vilaxoanés mediante el acondicionamiento y la optimización del espacio, de manera que gane en funcionalidad para los concesionarios y para que las mejoras inviten a atraer nuevos públicos y actividades.
Los trabajos consisten en una reforma integral que afectará tanto al interior como al exterior del inmueble, con base en el proyecto redactado por la firma Promueve, Gestión Técnica S.L. Las obras permitirán adaptar la plaza a los actuales requerimientos para los espacios dedicados a la venta de alimentos y también a la normativa de accesibilidad, con la finalidad de convertirla en un centro de atracción de comerciantes y consumidores.
En el interior, la intervención afectará a los 274 metros cuadrados de superficie con la que cuenta el edificio e incluirá el diseño de nuevos puestos, la redistribución de los existentes y la introducción de otras mejoras tendientes a optimizar la actividad aplicando criterios de sostenibilidad. Así, la sala de abastos mantendrá los espacios laterales como puestos de exposición, pero se eliminarán los que están pegados a la fachada principal. Los destinados actualmente a la carnicería y a la frutería ganarán espacio, en el primero caso para un taller, y en el segundo para la instalación de una cámara frigorífica. Los baños también se mejorarán para hacerlos más accesibles al todos los públicos.
Teniendo en cuenta la altura del edificio, los restantes puestos perimetrales se emplazarán en un nivel superior, disimulados hacia el exterior por una malla deployé rogada y pintada en color azul (en relación al mar). Por último, en el espacio central de la plaza se dejará una zona abierta, diáfana y polivalente donde se podrán instalar diferentes puestos móviles en función de las necesidades de cada momento. Además, se renovarán las instalaciones eléctrica y de fontanería.
La actuación en el exterior del edificio se centrará en la mejora de la imagen y en resaltar la plaza con elementos y colores inspirados en el mar (blanco y azul). Tanto por estética como por funcionalidad, se cambiarán las puertas y se pintará todo el edificio de blanco. La intervención se completará con la instalación en la fachada principal de un cartel retroiluminado con el nombre de la plaza, que se colocará sobre un fondo imitando una red de pesca.
