Las consecuencias de la inflación han empezado a asomarse a mercados como el de Vilagarcía. La Praza de Abastos, con especial afluencia los martes y viernes, y una gran variedad de frescos, especialmente pescados y mariscos procedentes de las lonjas de Vigo, Ribeira, Cambados y O Grove, empieza a notar un descenso en la demanda de producto, además los compradores han modificado sus hábitos de consumo: menos compras o productos más baratos.
El presidente de la Asociación de Comerciantes da Praza de Abastos de Vilagarcía, Juan Carlos López, destaca que aunque el mercado arousano goza de muy buena salud, "é certo que se empeza a notar o baixón". "Os martes e sábados funciona bastante ben, aínda que coa crise que está caendo nótase o baixón con respecto a outros anos e pola semana xa veñen menos vendedores sobre todo no sector do peixe", manifiesta.
Como Juan Carlos López, algunos comerciantes de la plaza apuntan que empiezan a modificarse los hábitos de compra. "A xente ou compra menos ou mira máis os prezos", advierte el presidente de los comerciantes.
"Nótase nos prezos. Eu, que traballo conxelado nótoo moitísimo. Hai produtos que case desaparecen, como o rodaballos salvaxe, son, produtos moi complicados de conseguir e se se conseguen son bastante máis caros", sostiene Juan Carlos López.
Las placeras también han detectado que «o cliente pensa máis o que vai levar, compara máis entre os distintos postos e trata de que lle rebaixes o prezo», explica Susana, una pescadera habitual de la plaza de Vilagarcía. «A xente leva máis xurel e rapante que son máis asequibles, e deixa a merluza», añade justo cuando se acerca una clienta que le pregunta el precio de varios pescados. "¿No me lo puedes dejar más barato?", pregunta a la vendedora, que explica que no puede rebajar los precios más porque también la crisis se resiente en los bolsillos de los comerciantes de la plaza y apenas queda margen de beneficio.
El pulpo, uno de los productos estrella de la temporada, se vende a un precio entre 12 o 15 euros en función de la pieza. «A xente empeza a preguntar polo marisco para o Nadal, pero aínda é cedo, non o levan», indica Susana que augura que en la temporada navideña se notará todavía más el efecto de la inflación en el mercado.
Hasta el puesto de Araceli, otra de las vendedoras del mercado arousano, llegan varios compradores preguntando por el marisco. Mejillón, almeja, berberecho, nécora, bogavante y buey son algunos de los productos que lleva cada día a la plaza de Vilagarcía. "O que na ameixa o mexillón leva tendo o mesmo prezo desde o mes de xaneiro e a xente o leva ben", explica. "O boi e a nécora é algo que subiu e o mesmo o bogavante. Agora está 34 euros o quilo e o Nadal pasado chegou a 65", relata la vendedora que asegura que el cliente compra menos que otros años. "A xente vén con medo de gastar. Todo vai moi caro e non se chega a fin de mes", dice Araceli.
Decenas de personas acuden a diario a la Praza de Abastos de Vilagarcía, aunque son los días importantes los martes y los jueves. Con una larga tradición, el mercado arousano tiene sus raíces en 1744, cuando el rey Felipe V, por mediación de un vilagarciano ilustre, Antonio José Mendoza y Caamaño, III marqués de Vilagarcía y virrey del Perú, concedió un mercado franco para compensar la continua leva de vilagarcianos para la Armada. Ese encuentro entre compradores y vendedores se sigue produciendo a día de hoy. Además, el entorno de la plaza se convierte en un gran centro comercial donde es posible encontrar todo tipo de productos.
Demandas. Dotar de plazas de aparcamiento el mercado y hacer de las instalaciones un lugar "máis cómodo e accesible", son los principales demandas de los comerciantes, explica el presidente de la asociación. "Pedimos que sexa cómodo e accesible, estamos loitando por mellorar as zonas de aparcamento aos nosos clientes, dar mellor imaxe e que sexa máis cómodo"
La OCU ha advertido que las familias afrontarán un sobrecoste anual de más de 830 euros en alimentación como consecuencia del alza de la inflación. Además, en tasa mensual, las legumbres y hortalizas frescas se han encarecido en septiembre un 4,1%, lo mismo que ha ocurrido con el arroz (+2,4%), la carne de ovino (+2%), el azúcar (+1,9%), la carne de cerdo (+1,3%), la leche y los productos lácteos (+1,2%) y los huevos (+1%), mientras que el aceite de girasol (-3,1%), las frutas (-1,3%) y el pescado fresco y congelado (-0,6%) han bajado su precio.
