El período de pago voluntario del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) correspondiente al año 2022 está a punto de finalizar. El Concello de Vilagarcía recuerda a los interesados que el último día para abonar el IBI por los bienes de naturaleza urbana es el 1 de septiembre y para los de rústica, el 15 del mismo mes. El fin de este anuncio es evitar posibles olvidos por parte de los contribuyentes que no hayan domiciliado el recibo, así como la aplicación del recargo en el caso de tener que cumplir con el deber fiscal por la "vía de constriximento". El IBI es el impuesto más importante de los concellos y el que más ingresos reporta a las arcas municipales. En conjunto, este año en Vilagarcía se emitirán casi 34.000 recibos con un valor total próximo a los 8 millones de euros.
Los propietarios de inmuebles que hayan domiciliado el IBI no tendrán que preocuparse ya que el recibo ya se pasó al cobro de forma automática. Son aquellos que no lo han domiciliado los que deben estar más atentos a los plazos para evitar que tener que abonar luego los correspondientes intereses de demora. Estos últimos contribuyentes deberán realizar el pago en las entidades bancarias colaboradoras con la Recaudación Municipal (Abanca, BBVA, Banco Pastor, Banco Sabadell, Banco Santader y Caixabank). El trámite también se puede hacer a través de la Oficina Virtual Tributaria, con el documento de pago que se enviará al domicilio de los contribuyentes. En el caso de no recibir o de pérdida del dicho recibo, los interesados podrán solicitar un duplicado en la Oficina Virtual Tributaria del Ayuntamiento de Vilagarcía o en las dependencias de Recaudación Municipal en horario de 8.30 a 14.30 horas.
La inmensa mayoría de los recibos del IBI que emite el Concello de Vilagarcía se corresponden la fincas de naturaleza urbana. Son un total de casi 33.000 frente a los tan sólo 821 de la rústica. En consonancia, los primeros supondrán una recaudación de 7,5 millones de euros, mientras que los segundos poco más de 250.000 euros
La última revisión catastral aprobada para Vilagarcía por el Estado en el año 2013, el denominado "catastrazo", se tradujo en una subida sin precedentes del importe de los recibos a abonar por los propietarios de inmuebles en la ciudad, razón por la cual el Gobierno presidido por Mariano Rajoy decidió aplicarla de forma progresiva con incrementos anuales desde 2014 a 2023. Para tratar de contrarrestar este importante golpe en el bolsillo de los vilagarcianos, desde el primer año de su mandato, el ejecutivo local socialista llevó a cabo una bajada gradual del coeficiente que se aplica al IBI urbano que pasó del 0,60 de 2015 al 0.51 actual.
También con el objetivo de reducir la presión fiscal sobre los vilagarcianos, el gobierno de Alberto Varela mantuvo una congelación general de las tasas desde su llegada a Ravella. Además, y siempre con la intención de facilitar que las personas con menores ingresos puedan afrontar sus deberes fiscales, se introdujeron numerosas bonificaciones, siendo la más importante la bolsa para facilitar hacer frente al pago del IBI.
Otra de las medidas más importantes puestas en marcha para facilitar a los contribuyentes el abono de impuestos fue el plan personalizado de pagos. Mediante este, cada persona puede acomodar el abono de sus deberes fiscales con el Concello en una, en cuatro, seis o hasta en once mensualidades, según mejor le convenga. Los interesados pueden solicitar la inclusión en el plan personalizado de pagos antes de 1 de diciembre, para que pueda empezar a aplicarse con el inicio del nuevo ejercicio económico.
