El Concello de Sanxenxo distinguirá al ingeniero de la NASA Fernando Abilleira y la doctora Adriana Nieva con sendas insignias de Cebolas de Ouro 2023. Sus trayectorias vitales y profesionales han hecho a ambos merecedores de este galardón, que recibirán en un acto que tendrá lugar el próximo 4 de septiembre en el recinto portuario.
Fernando Abilleira reside actualmente en California con su mujer y tres hijos, pero sus vacaciones y su infancia están ligadas a Sanxenxo, concretamente a la vivienda de su abuela en Padriñán.
“Nací en Madrid, pero pasaba de 2 a 3 meses de verano en Sanxenxo hasta que terminé mis estudios universitarios. Galicia y, en concreto Sanxenxo, son muy especiales para mí. Adoro esta tierra. Uno también se puede sentir gallego sin haber nacido en Galicia”, asegura.
Abilleira es uno de los pocos españoles en trabajar para la agencia espacial estadunidense NASA con importantes resultados. En estos momentos, está dirigiendo el diseño de la misión que tiene como objetivo aterrizar un rover en Marte para tomar muestras del subsuelo y buscar material orgánico.
Además, trabaja como subdirector del equipo de Operaciones de Vuelo del proyecto Sample Retrieval Lander y ha publicado múltiples documentos técnicos en las áreas de Astrodinámica, Mecánica Orbital, Navegación y optimización de trayectorias.
“Recibir la Cebola de Ouro en mi tierra es todo un orgullo y lo aceptaré de parte de todas las personas que conforman nuestra sociedad. Sin el trabajo y el esfuerzo de todas y cada una de ellas, nuestro día a día no funcionaría”, afirma.
Adriana Nieva
Por su parte, Adriana Nieva se licenció en Medicina, Estamatología y Magisterio. Junto a su marido, José Díaz Soto, primer médico de medicina general en Sanxenxo, ayudó a nacer a muchos vecinos de la localidad en la sala de alumbramientos de su clínica.
Originaria de Madrid, una sustitución de un médico la trajo a O Grove en 1961 donde conoció a José Díaz Soto, que ya trabajaba en Sanxenxo y con quien se casó tan solo dos años después. “No era habitual que ejerciese una médico mujer y mi padre fue hasta el municipio vecino para conocerla y se enamoraron”, cuenta con su hija, Adriana Díaz.
“Su prioridad siempre fueron los enfermos y sus pacientes. A veces comíamos a las tantas porque tenían que salir a una intervención, incluso por la noche, de madrugada, si había una urgencia allá se marchaban”, recuerda. Nieva fue una adelantada a su tiempo con una mente brillante y una fuerte personalidad.
En Baltar ejerció durante 25 años, tras aprobar la oposición de Asistencia Pública Domiciliaria y recorrer distintos destinos, entre ellos Meaño. “Sentía pasión por su trabajo y siempre tuvo mucho carácter. Recuerdo cuando nos contaba cómo la miraban cuando llegó a Sanxenxo por ponerse pantalones”, rememora Díaz.
A sus 89 años una enfermedad le limita la expresión verbal y la movilidad, pero acudirá acompañada de sus hijos a la entrega de la Cebola de Ouro. “Seguro que se va a emocionar. Estamos muy contentos y agradecidos por este reconocimiento”, asegura su hija.
