La Guardia Civil ha vuelto a infligir un severo mazazo a las redes criminales que trafican con droga y aprovechan sus entramados para introducir ilegalmente personas en nuestro país. En esta ocasión, el foco de la operación, denominada Ranger, se localizó en la provincia de Cádiz, pero tiene una ramificación en la provincia de Pontevedra, concretamente en O Grove.
Los investigadores llevaban meses detrás del clan liderado por El Bubu, un viejo conocido de las fuerzas del orden, que dirigía una de las redes de narcotráfico más activas del Estrecho. Cuando consiguieron atar todos los cabos, decidieron que la pasada madrugada era el momento idóneo para actuar, de forma sincronizada, hasta en 23 puntos distintos, la gran mayoría situados en el Campo de Gibraltar (Los Barrios, San Roque y Algeciras), pero también en Almería, Málaga, Melilla y O Grove.
Aunque la operación continúa abierta, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, destacó que se trata de "una macrooperación muy importante, que ha resultado en 30 detenciones hasta hora y en la incautación, previa a los registros, de aproximadamente 525 kilos de cocaína y 2.700 kilos de hachís".
Según la información proporcionada por la Guardia Civil, la Ranger es la fase de explotación de una investigación desarrollada por agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Algeciras (Cádiz), enfocada en una organización criminal dedicada al tráfico de drogas y a la introducción de inmigrantes ilegales desde Marruecos.
La conexión gallega radica en la presencia de potentes planeadoras para efectuar los traslados a velocidades vertiginosas, inalcanzables para las embarcaciones de las fuerzas del orden.
Los narcos andaluces saben bien de la reputación de los gallegos en la construcción de este tipo de narcolanchas, de ahí la presencia de varias de ellas en poder de la trama ahora desmantelada.
Varios agentes de Algeciras se desplazaron este miércoles hasta uno de estos astilleros clandestinos en O Grove, para investigar el vínculo con las intervenidas y si se estuviesen gestando nuevos encargos.
Cobraban hasta 5.000 euros por cada inmigrante
La operación Ranger tiene un elemento diferenciador de los demás golpes al narcotráfico que adquiere una gran relevancia para los investigadores: porque ya no solo se trafica con droga, sin que los delincuentes aprovechan sus narcolanchas para trasladar inmigrantes ilegales.
Recientemente la Guardia Civil daba cuenta de una operación similar por la que detenían a 19 personas que formaban parte de una red criminal dedicada a favorecer la inmigración irregular mediante rutas rápidas en pateras taxi desde el norte de África hasta la costa española. Este grupo criminal cobraba hasta 5.000 euros a cada migrante por los traslados en embarcaciones en las que podían viajar entre 10 y 15 personas por trayecto. Además, los investigados aprovechaban los viajes para enviar objetos sustraídos en nuestro país, principalmente teléfonos móviles, y traficar con drogas como cocaína, metanfetamina o anfetamina, desde España hasta Argelia.
