La ocupación ronda el 56% en la Semana Santa de O Grove

La asociación Emgrobes consultó a varios hosteleros la afluencia de visitantes durante las celebraciones religiosas
 Un grupo de turistas y peregrinos a su llegada al Hotel Rías Baixas. RAFA FARIÑA (ADP)
photo_camera Un grupo de turistas y peregrinos a su llegada a un hotel de la provincia. RAFA FARIÑA (ADP)

La Asociación de empresarios Emgrobes realizó un sondeo entre varios miembros de hostelería titulares de hoteles, campings y apartamentos, los días previos a la Semana Santa y la ocupación rondó una media de 56% a pesar del mal tiempo que azotó a toda la comarca durante los días fuertes de la Semana Santa. Desde la agrupación explican que alguno de los hoteles incluso no abrió sus puertas, y que las parcelas de las tiendas de campaña de los campings apenas se llenaron, al contrario de lo que pasó con los bungalows que sí tuvieron una amplia ocupación.

En el últimos días se esperaba aumentar la ocupación hasta el 70% o 80%, en caso de que hubiera mejorado el tiempo. Muchos de los encuestados afirman que el primer fin de semana, debido al tiempo soleado, las expectativas eran buenas y la ocupación muy superior, pero que no se acababan de completar las reservas de última hora ya que hacía tiempo que se preveía una Semana Santa pasada por agua.

Aun así, las calles de O Grove se vieron ambientadas por turistas con sus paraguas, y los visitantes más fieles acudieron a disfrutar de los paisajes y gastronomía del municipio meco.

Desde Emgrobes explican que la sensación es "agridulce", ya que la en este 2024 "la Semana Santa cuadró muy temprano" y por delante quedan varios meses antes de la temporada estival que, de seguir así el tiempo, "podría chafar los planes de consolidación de empleo de muchos empresarios que sí no mejoran las previsiones, no podrán aguantar al personal contratado en estas fechas".

En cuanto a la restauración la sensación es similar. Aunque sobre todo el jueves, viernes y sábado, muchos de los restaurantes y taperías cubrían expectativas, la sensación de la mayoría es que fue una "lástima no poder aprovechar la cantidad de terrazas que tenemos en la localidad, por lo que alguno no hicieron las contratación de última hora y aguantaron el tirón con el personal fijo".

Sin embargo, el optimismo sigue siendo el tono habitual, esperando que mejore el tiempo y que, al menos los fines de semana primaverales, los visitantes se animen a acudir a la villa.