La causa mediática que acumula un retraso mayor es la que afecta a la gran red dedicada al tráfico internacional de tabaco supuestamente liderada por el exalcalde de Ribadumia, el ya fallecido José Ramón Nené Barral, cuya carrera política en el Partido Popular se rompió de forma abrupta con su detención, hace ya 23 años, en relación con los millones de cajetillas de Magnum Especial que fueron decomisadas en la Zona Franca del Puerto de Vigo en 2001.
En aquella organización, presuntamente, había agentes de la Guardia Civil y otros de Vigilancia Aduanera que estaban a sueldo del exalcalde, así como una amplísima red criminal con ramificaciones en todo el mundo. Gran parte de los investigados ya no iban a ser juzgados, tras el fracaso de las comisiones rogatorias a terceros países.
En cuanto a los españoles, fueron citados meses atrás por la Audiencia Provincial de Pontevedra, que hizo todo lo posible por comenzar un juicio que estuvo atascado durante muchos años en el Juzgado de Vilagarcía. Tras la muerte del presunto cabecilla se produjo un nuevo aplazamiento, y se espera que los acusados salgan prácticamente indemnes tras la vista.
