La cita de rivalidad de A Senra prolongó la serie de victorias del Ribadumia como local y la mala trayectoria del destemplado Villalonga (3-0). Dos de los tres tantos llegaron en el segundo tiempo. La pizarra de Ibrahim Baptiste tuvo buena parte de culpa del resultado final, materializado con dos tantos de Nando, el primero de penalti, y uno de Álex Durán, éste al borde del tiempo reglamentario.
El Villalonga encadena cuatro jornadas sin ganar y solo recolectó un punto de esos 12 puntos en juego. Mucho público, más del habitual, acudió a A Senra. El derbi no defraudó por emoción, sobre todo en el primer tiempo, con dos equipos que brindaron fútbol combinativo.
Después de los clásicos minutos de tanteo, hubo igualdad en muchos aspectos. Inicialmente, en el planteamiento, con sendos 4-3-3, ambos equipos presentaron dificultades para obtener superioridades en la franja central. Tanto fue así que la primera de las ocasiones no la tuvo un delantero sino el pivote local Cheri, que a los 15 minutos, colocó un buen disparo al poste de la meta de Rodrigo. Más tarde, Nando estuvo a punto de inaugurar el marcador aproximando un testarazo a la escuadra.
En el minuto 37, como segunda incursión de Nando en el área forastera, el delantero controló, se perfiló y fue golpeado en su pierna de apoyo por un zaguero. El propio Nando se encargó de anotar la pena máxima.
Eso sí, ninguno de los entrenadores se decantaron por hacer cambios al arrancar el segundo tiempo. Ibrahim Baptiste y Ricardo Fernández mantuvieron la confianza en los 11 iniciales. Tras el descanso, el Ribadumia retomó el juego de una manera más paciente, al encontrarse por delante, dejando la iniciativa al necesitado Villalonga. Los pupilos de Ricardo Fernández lo intentaron por medio de combinaciones estériles.
