El encuentro de ida entre el Asmubal Meaño y el Mislata había dejado prácticamente sentenciada la eliminatoria previa a la fase de ascenso a favor de las valencias y el pasado sábado el conjunto de Meaño se despidió, oficialmente, del sueño de pelear por ascender a la segunda categoría del balonmano nacional.
En el global de la eliminatoria fue mejor el Mislata valenciano que se llevó los dos encuentros a su favor con comodidad, sobre todo el de vuelta disputado en casa, con la ventaja a su favor y la comodidad de jugar ante su gente.
Y es que salvo el parcial inicial del encuentro en el cual el Asmubal Meaño le mantuvo el pulso a su rival consiguiendo llegar a los primeros cinco minutos con empate en el luminoso, el bloque local cogió una ventaja que ya no soltó pese a que las de Juan Costas le fueron pisando los talones hasta el ecuador de la primera mitad, al que llegó con dos tantos de desventaja (12-10).
Sin embargo un arreón final de las locales antes del descanso le permitió llegar al paso por vestuarios con un marcador de 20-13 que le permitía poner tierra de por medio, pese a que todavía quedaban 30 minutos por delante.
Sin embargo no dejó de acelerar el bloque valenciano y con un parcial inicial de 3-1 continuó acomodando una victoria que en ningún momento se le escapó ya que durante la segunda mitad las de Meaño no fueron capaces de marcar más de tres tantos.
Finalmente una derrota dolorosa y abultada para un Asmubal Meaño que cierra una temporada en la que el objetivo era la salvación y terminó colándose en la pelea por el ascenso. Un final amargo que no empaña un año que ya es histórico para el conjunto meañés que se despidió de seguir soñando con ascender.