La FGCN celebra el Día Intenacional contra la Droga con la lectura de un manifiesto

El alcalde de A Illa y el presidente de la Fundación fueron los encargados de dirigir el acto celebrado este lunes
Manifiesto Día Internacional contra la droga FGCN. DS
photo_camera Imagen del acto de lectura del manifiesto. DS

La Fundación Galega contra o Narcotráfico conmemoró este lunes el Día Internacional contra la Droga con un acto celebrado en A Illa de Arousa en el que el alcalde del municipio, Luis Arosa, y el Presidente de la Fundación, Manuel Couceiro, fueron los encargados de leer el manifiesto.

Manifiesto Día Internacional conta la droga

"Conmemoramos hoy una nueva edición del Día Internacional contra la Droga. Una fecha singular para reflexionar sobre un problema que nos concierne a todos. Más de 39 millones de personas en todo el mundo sufren trastornos por el consumo de drogas y sin embargo solo 1 de cada 8 recibe tratamiento. La adicción a las drogas no es desde luego una elección personal y sin embargo muchas personas sufren por ello estigma y discriminación, lo que puede dañar todavía más su salud física y mental e impedirles acceder a la ayuda que necesitan.

La edición de este año es un llamamiento a romper esa discriminación. Si logramos detener ese estigma ayudamos a las personas con trastornos por consumo de drogas a buscar ayuda y recibir la atención necesaria para recuperar sus vidas. Todo el mundo debe saber que los trastornos por consumo de drogas son tratables y que el apoyo y la intervención temprana resultan cruciales.

Además del adecuado tratamiento de las adicciones, Naciones Unidas apuesta por la prevención como estrategia fundamental para la salud y el bienestar de la comunidad indicando que por cada dólar invertido en prevención se pueden ahorrar al menos diez en costes sanitarios, sociales y de lucha contra la delincuencia.

Y desde luego hay mucho que hacer en este ámbito, entre otras razones porque existe una percepción muy baja del riesgo que supone el consumo de determinadas sustancias y sus graves repercusiones sobre la salud física y mental de las personas, con daños que pueden ser muy severos. Es el caso del alcohol y el cannabis, entre otras sustancias y especialmente en los contextos de ocio nocturno.

Para agravar la situación, en los últimos años han cobrado auge las denominadas adicciones sin sustancia. El juego patológico junto al uso problemático de internet, videojuegos, móviles y redes sociales son algunas de las nuevas adicciones que en muchos casos están estrechamente relacionadas con el consumo de las drogas clásicas y asociadas a comportamientos peligrosos como situaciones de acoso escolar, abuso sexual y violencia de género, entre otros.

En esta situación es evidente que no podemos limitarnos a reflexionar. Hay que reaccionar ya con una apuesta decidida por la prevención, la desnormalización del consumo y el fomento de estilos de ocio que no tengan como actividad principal el atracón de alcohol y otras drogas. Tenemos mucho trabajo por delante que debemos realizar juntos y de forma intensa. Personas, familias, profesionales, entidades y administraciones. Todos. Por otra parte, desde el ámbito de la lucha contra el narcotráfico vemos la situación actual con honda preocupación.

Los índices de tráfico de drogas están en los registros más altos de la historia y en España confluyen grandes rutas internacionales con destino a Europa. Así nuestro país está -literalmente- inundado de drogas, principalmente de hachís del Sur y de cocaína del otro lado del Atlántico con las costas gallegas como uno de sus destinos favoritos. Todo ello a pesar de la meritoria labor que realizan las fuerzas de seguridad, jueces y fiscales comprometidos; profesionales que trabajan con las manos atadas por una legislación tímida y garantista que ofrece demasiadas facilidades a grandes y peligrosos narcotraficantes.

Vemos con asombro una y otra vez a los mismos delincuentes, grandes capos de la droga que entran y salen de la cárcel con normalidad rutinaria, delinquiendo una y otra vez, traficando y amasando fortuna. A ellos se añaden bandas internacionales muy peligrosas que practican la violencia extrema como método habitual de trabajo. Criminales que ponen en riesgo la seguridad de todos, capaces de desestabilizar y amenazar un estado. Este grave peligro ya está aquí, ya ha llegado a Europa: en los Países Bajos han asesinado recientemente a un periodista por informar sobre narcotráfico, su primer ministro y su princesa heredera están directamente amenazados por el crimen organizado.

Algo similar ha sucedido en Bélgica con su ministro de Justicia... Es el futuro que nos espera si no reaccionamos ya. Y mientras tanto aquí, la Policía, la Guardia Civil o Vigilancia Aduanera tienen que pasar un auténtico calvario para intervenir un teléfono o poner una baliza de seguimiento, sufriendo dificultades cada vez mayores para realizar su trabajo. Se necesitan medios y cambios legales. De forma urgente.

Instamos a nuestros gobernantes a considerar el narcotráfico y el crimen organizado como asuntos de la máxima prioridad. Para ello, las drogas y el narcotráfico deben entrar ya en la agenda política. No solo estamos ante un problema de Salud Pública; es también una amenaza directa para la Seguridad del Estado. No podemos perder más tiempo".