Perfil | Javier Babé, un enamorado del mar

Así contaba Ciprián Rivas para Diario de Pontevedra el pasado 23 de marzo la historia del 'Reto Astrolabio'. En esta aventura, ocho marinos gallegos –entre ellos el capitán Javier Babé, fallecido este sábado– partían en La Peregrina, un queche de acero de 20 metros de eslora, desde A Illa de Arousa hacia La Gomera para reproducir el segundo viaje de Colón a la isla Deseada, en las Antillas Menores francesas, con los mismos métodos de navegación.

 Javier Babé. DP
photo_camera Javier Babé. DP

Javier Babé –experimentado marino que en 1982 realizó la primera exploración científica con recursos privados a la Antártida– confiesa su edad sin rubor ante la pregunta de una alumna de la primera etapa de la ESO del IES de San Sebastián de La Gomera, "75 –dice–, pero sé que aparento menos" y se ríe como uno de los chicos y chicas que le escuchan asombrados cuando les narra la travesía que iniciará días después de la visita a este centro, concretamente el 12 de marzo, y que surcará el océano Atlántico desde esta rada, visitada por navegantes castellanos y portugueses, desde el siglo XV, hasta llegar a isla Deseada, emulando la segunda travesía realizada por Cristóbal Colón en el año 1493.

A Javier Babé , siempre le llamó la mar. Ya desde niño. Y esa llamada le empujó a matricularse en la Escuela Oficial de Náutica de A Coruña, donde se estudiaban tres cursos de teoría para después realizar prácticas como alumno, los denominados "días de mar", compaginados con la vuelta a clase. Se embarcó a los 20 años hasta convertirse en oficial y más tarde, a los 26, en capitán, "cargo de confianza en la marina mercante; no de escalafón –precisa Babé–. Lo mismo el de Jefe de Máquinas. Eran tiempos donde los mercantes transportaban paquetería descargada en puertos pequeños con los propios medios de la embarcación durante 10 días. Esa vida de navegación se eliminó en el momento de aparecer los contenedores. Estos barcos descargan en terminales como la de Algeciras, Gante, Singapore, Rotterdam etc., permaneciendo horas en ellas, con lo que la tripulación no tiene tiempo para bajar a tierra. Bien es cierto que las condiciones de la navegación han cambiado al estar menos tiempo en el mar, cuatro meses por dos de descanso, no como cuando yo embarqué, entonces el contrato marcaba once meses navegando y un mes de vacaciones, pero esto te daba tiempo a visitar lugares, a conocer personas y a identificarte con la literatura de Joseph Conrad, Emilio Salgari o Julio Verne, buscando el exotismo. Hoy en día ya no da tiempo a deshacer la maleta".

La Peregrina amarrada en San Sebastián de La Gomera. DP
La Peregrina amarrada en San Sebastián de La Gomera. DP

Padeció naufragio en su época de la mercante y secuestro como marino, ya por cuenta propia, en Venezuela, amén de la lucha contra galernas, huracanes, vendavales y otros fenómenos atmosféricos que le hicieron el marino que es hoy.

La primera expedición científica a la Antártida

El olor a salitre y el de las algas está impregnado en su porte de hombre de mar acostumbrado a otear distancias hasta empequeñecer la mirada para fijar un punto de referencia. Rodeado de cielo y horizonte confiesa sentir una tranquilidad no conseguida en ningún otro lugar. Durante años su hogar fue un barco velero compartido con Cristina, su esposa, y su hijo hasta que este alcanzó los 13 años.

Durante años el hogar de Javier Babé fue un velero compartido con su esposa y su hijo

La Peregrina surcando los mares. DP
La Peregrina surcando los mares. DP

Después de 12 años en la marina mercante compra un velero de nueve metros con el que navega al Caribe y, hasta la fecha, continúa con esta manera de vivir compartida en aquella época con otras de sus grandes aficiones: el buceo y la pesca submarina. La construcción de la goleta Idus de Marzo significa adentrarse más en la experiencia de marino y con ella realiza la primera expedición científica española a la Antártida en el año 1982-83, sin contar con ningún tipo de apoyo institucional. El Instituto Español de Oceanografía, IEO, cuando se encuentran ya en plena travesía, le solicita su regreso al no aprobar la exploración. Evidentemente no tienen en cuenta tal recomendación y deciden seguir, contando con el apoyo de Guillermo Cryns, presidente de la Asociación de Españoles en la Antártida y, a partir de ese momento, patrocinador y jefe de la expedición. "Esto permite a nuestro país ser miembro de pleno derecho del Plan Antártico Español, PAE, y a partir de ahí participar con el buque oceanográfico Hespérides en experimentos científicos de diferente índole. Esta navegación experiencial le marcó profesionalmente al vivir situaciones muy difíciles de las que salió airoso y confiesa su parecido al actual Reto Astrolabio, del que ya se encuentra cansado de tantas expectativas mediáticas, entendiendo el interés despertado y el compromiso adquirido con los patrocinadores, pero su objetivo consiste en alcanzar un enriquecimiento personal como marino y "comprobar que sigo manteniendo un cierto instinto marinero al no errar en los márgenes que me he establecido. Y si yerro, no pasará nada, pues la singladura nos habrá enriquecido a todos los que hemos participado en ella. Sin duda, este reto nos hará vivir situaciones similares a las vividas por la tripulación de la segunda expedición colombina a isla Deseada desde la isla de La Gomera".

Se ratifica en que no busca publicidad ni protagonismo al tener la navegación planificada hace años, pero no se habían dado las circunstancias. "Es el momento –razona– porque cada vez van quedando menos caramelos en la bolsa de caramelos".

Material de comunicación sellado de La Peregrina. DP
Material de comunicación sellado de La Peregrina. DP

La vida de un marino es un acto de amor a la mar

El capitán Babé en un momento de la conversación expone la justificación de su vida de marino como un acto de amor a la mar, a la que considera un ser vivo con el cual se comunica a través de sus sentimientos y en algunos momentos le genera una cierta océano dependencia al estar lejos del agua.

Elige la tripulación de sus barcos en base a dos principios: "El primero, la comodidad de navegar con una tripulación formada por amigos con los que compartir maniobras y convivencia; cuando tengo que comercializar el barco van pasajeros, alguno de ellos alumnos, que participan en travesías astronómicas donde el comportamiento es diferente, pues vienen con un objetivo muy determinado, por lo que debo cumplir como cualquier profesional y cuando ocurre cualquier tontería, como cuando un baño se atasca, me molesto mucho más que cuando estoy con mis colegas. Con ellos llevo navegando más de 20 años y todos quieren el barco y tienen una confianza enorme en mí, aspecto muy importante. Y lo más importante: yo tengo una enorme confianza en ellos. Nunca me fallan y siempre me cuesta trabajo dejarlos en tierra. Ahora que ya no eres el mismo de hace treinta años al no poder realizar las mismas maniobras con la diligencia de antaño, ellos se adelantan con elegancia sin que tú se lo pidas. Esto se llama amistad incondicional. El vínculo creado entre nosotros genera una unión difícilmente alcanzable en tierra".

La Peregrina. DP
La Peregrina. DP

El capitán Babé siente el Reto Astrolabio no como una carrera para marcar una participación en un determinado ranking; no se marca un tiempo de llegada, esto ya no tiene importancia. Valora el momento actual y la vida sintiéndose afortunado de no perder ningún tripulante en sus más de 40 años de navegaciones. Entiende que continuará con La Peregrina hasta que el cuerpo aguante; "ese es el límite. Mi mujer me dice que ya debería haberlo dejado. Todo dependerá de la evolución de cómo vayan las cosas. Es muy difícil dejar este vicio. Cuando llevo tiempo en tierra siempre caigo en el desánimo, así que veremos".

El Reto Astrolabio
Características
▶ El pasado 27 de febrero, con dos días de retraso debido a las condiciones climatológicas, partía de A Illa de Arousa La Peregrina, un queche de acero de 20 metros de eslora construido en 1984 en Argentina, hacia la isla canaria de La Gomera. Desde allí, el 12 de marzo, iniciaron el Reto Astrolabio: navegar a la isla Deseada reproduciendo el segundo viaje de Colón desde el puerto de San Sebastián con los mismos instrumentos de navegación usados por el primer almirante del mar océano; la ballestilla, el astrolabio y la dilatada experiencia de navegación de los ocho tripulantes enrolados.
▶ 3.000 millas de distancia (5.000 kilómetros). Calculan la duración de la travesía entre 19 y 21 días. Navegarán a la "estima" con un margen de error de entre 100 o 200 millas.

La tripulación
▶ La tripulación se compone de ocho miembros: Javier Babé, el capitán; Cristina Gómez, esposa de Javier Babé y acompañante habitual en sus viajes; Antonio Grandío, médico y navegante; Alejandro Diéguez, periodista, editor, productor y fundador del Varadoiro do Xufre en A Illa de Arousa; José Durán, Jobó, hombre de mar, profesional de la pesca y navegante entusiasta; José Cuiñas, arquitecto técnico y aficionado a la navegación a vela; Cynthia Menéndez, escritora, librera y apasionada del mar, y Thomas Dylan Harris, cámara y director de fotografía.

Documental
▶ Grabarán esta experiencia marítima para convertirla en un documental que después emitirá Televisión de Galicia. Ejercerán de guionistas Alfredo Conde y Ángel Peláez, uno de los creadores del programa documental Malaespina realizado para TVE.

El viaje de Colón
▶ Colón a instancias de los Reyes Católicos parte de Cádiz el 25 de septiembre de 1493 y regresa el 11 de junio de 1496. La expedición estaba formada por tres galeones, 14 carabelas y 1.500 acompañantes.
▶ En San Sebastián de La Gomera amarrará para hacer la aguada, recoger víveres frescos, animales vivos, etc.
▶ Cuenta con la ayuda de Beatriz de Bobadilla, viuda del conde de La Gomera, Hernán Peraza, y dama de la Corte de la reina Isabel de Castilla donde, al parecer, se conocen cuando el marino acude para firmar las capitulaciones en la villa de Santa Fe de Granada.