Quince años para Carlos Silla por el mayor alijo de cocaína de la historia en velero

El narcotraficante de Vilagarcía fue detenido en el Atlántico tras la investigación del Greco Galicia de la Brigada Central de Estupefacientes ▶ El dictamen procede de Portugal, donde se halla recluido a la espera de un nuevo juicio en Pontevedra

 Emilio Rodríguez, jefe del Greco Galicia, y uno de sus hombres de confianza, junto al alijo. NARCODIARIO
photo_camera Emilio Rodríguez, jefe del Greco Galicia, y uno de sus hombres de confianza, junto al alijo. NARCODIARIO

Carlos Silla (Vilagarcía, 1986) estaba seguro de que él no había fallado cuando fue detenido en altamar encima de 183 fardos con un peso aproximado de 5.200 kilos de cocaína. En octubre de 2021, poco más de un año después de escaparse de entre los dedos de las autoridades en otro narcotransporte frustrado, uno de los objetivos prioritarios de la Policía había caído. Y lo hacía con muy pocas posibilidades de defensa, a los mandos del G-Siro, el velero que transportaba el mayor alijo de cocaína de todos los tiempos por este medio de transporte, ya no solo en dirección a Europa, sino en cualquier lugar del mundo.

Tras el juicio celebrado después del verano en Lisboa, Carlos Silla ha sido condenado a 15 años de cárcel, la primera condena de su trayectoria narcocriminal que podría repetirse en marzo, cuando se prevé la celebración de la macrocausa por la gran operación desarrollada en la ría de Arousa en 2020 por la que también debe rendir cuentas.

En el momento en el que conoce la resolución de los tribunales de Lisboa por su implicación en el mayor alijo de cocaína en un velero de todos los tiempos (la citada operación de los Greco, saldada con la incautación de cinco toneladas), la Audiencia Provincial de Pontevedra prepara su agenda para el primer gran juicio contra los presuntos narcos gallegos de la nueva ola.

Bajo el supuesto liderazgo del propio Silla, se acusa a un presunto grupo delictivo de intentar colocar otras 3,2 toneladas de polvo blanco a través de la ría de Arousa en dos embarcaciones neumáticas, a la antigua usanza, todo ello después de hundir el velero en el que la droga había cruzado el Atlántico, de nombre Benirrás, cerca de las costas de A Guarda. Aquella trepidante madrugada de finales de marzo de 2020, en pleno confinamiento, acabó con varios detenidos, pero no todos. Faltaba el presunto patrón, que consiguió evadirse y que aún tendría tiempo para intentar un último baile a través del Océano, el del G-Siro. En Pontevedra, el fiscal Antidroga plantea que se le condene a 18 años de cárcel.

Su futuro inmediato será el cumplimiento de la pena impuesta en Portugal y, entre medias, un traslado exprés a la ciudad del Lérez para comparecer por el caso del narcovelero fantasma. Así bautizó en su día Diario de Pontevedra al Benirrás después de desvelar en primicia, primero, su hundimiento, y después, las imágenes del pecio, tomadas por el buque Ángeles Alvariño del Instituto Oceanográfico Nacional que, por orden del Juzgado de Cambados, lanzó al fondo su robot submarino en busca de pruebas fehacientes de que aquel barco era el que se buscaba. El siguiente capítulo, en marzo de 2023, en Pontevedra.