La lluvia se unió a los cubos y las pistolas en la primera Fiesta del Agua postpandemia

Después de la fiesta nocturna, los miles de asistentes que se congregaron en Vilagarcía de Arousa se reunieron a lo largo de la "zona húmeda" del centro de la ciudad para mojarse con cubos, pistolas e incluso, la propia lluvia
photo_camera En la esperada vuelta de la Fiesta del Agua de Vilagarcía no hubo mangueras, pero sí cubos, pistolitas e incluso mucha lluvia. [VÍDEO: RAFA FARIÑA]

Vilagarcía recuperó ayer su Fiesta del Agua. Pasear por el municipio durante la celebración de San Roque y en las semanas previas suponía encontrarse habitualmente con grandes carteles que anunciaban la vuelta de la famosa Fiesta del Agua, declarada de Interés Turístico Nacional. Es la culpable de que decenas de miles de personas de diferentes partes de Galicia y España, e incluso algún extranjero, pongan a Vilagarcía de Arousa en su agenda a mediados de agosto.

La de este año ha sido una edición especial porque era la primera sin restricciones desde el 2019 y también porque estuvo condicionada por la sequía que está viviendo todo el territorio español este verano. Desde el Concello decidieron apostar por un uso responsable de los recursos hídricos, eliminando el tradicional 'manguerazo' de los bomberos en la Praza de Galicia, pero manteniendo los cubos de agua que tiran los vecinos cada año.

A pesar de que la sequía llamaba a un uso limitado del agua, hubo chapuzones de sobra, porque durante gran parte de la noche y a las 12.00 horas, cuando toca mojarse, el sol se escondió para dar paso a negras nubes. Los asistentes, que comenzaron a llegar al caer la tarde del lunes, se congregaron alrededor de la Playa de la Concha y de la discoteca Harbour y rápidamente se resguardaron bajo los pocos espacios tapados que había por la zona para protegerse de la intensa lluvia que cayó intensamente en torno a la medianoche. 

Traslado de la imagen de San Roque. RAFA FARIÑA
Traslado de la imagen de San Roque. RAFA FARIÑA

Ya por la mañana, tapado para evitar que le cayera el agua de la lluvia, salió la imagen de San Roque, en el popular traslado desde la iglesia de Santa Baia, en Plaza de España, hasta la capilla que lleva su nombre. Moviéndose al ritmo del pasodoble 'Triunfo'. fue acompañado por una multitud a las 11.45. Una vez el santo fue introducido en la capilla, bien resguardado y protegido, se procedió a la lectura del pregón y dio comienzo la Fiesta del Agua.

Fiesta del Agua de Vilagarcía. FARA FARIÑA
Fiesta del Agua de Vilagarcía. RAFA FARIÑA

Todas las calles del centro de Vilagarcía se llenaron rápidamente de asistentes con ganas de mojarse, y no solo de la lluvia. Algunos, llevaban toda la noche de fiesta, y otros se habían levantado después de guardar reposo para disfrutar la mañana. Jóvenes, niños con sus padres, personas mayores... la Fiesta del Agua no entiende de edad ni tampoco de residencia, tanto vilagarcianos y oriundos de O Salnés, como turistas y vecinos de otras localidades se dieron cita en el municipio. 

Rúa Arzobispo Lago, rúa Castelao, rúa do Alcalde Rey Daviña... Intentar atravesar una calle céntrica de Vilagarcía durante la mañana sin mojarse era misión imposible. El agua, que podía venir del cielo, de los vecinos en los balcones o de los asistentes a pie de calle con sus pistolas, sirvió como diversión para los ciudadanos en una Fiesta del Agua en la que se respiraba normalidad tras dos años de pandemia.

Durante el mediodía también estuvieron retumbando los equipos de sonido por las calles. En la rúa Méndez Núñez, la multitud se congregó al ritmo de hits tan conocidos como I Gotta Feeling o Scream & Shout, o incluso alguno tan propio de Galicia como Eu chorar, chorei. Los asistentes continuaron bailando por horas, siguiendo la música incluso más tarde de la hora de comer.