El municipio de Sanxenxo despidió en la tarde de este jueves a una de sus vecinas más queridas, Alberta González, conocida popularmente en la villa como Berta, y que falleció el pasado día 21 a los 94 años de edad, cuatro después de ser reconocida a nivel local como Premio Cebola de Ouro 2018.
Destacó como catequista, labor que ejerció desde los 15 a los 87 años, en toda una vida dedicada a los demás. Su buen hacer y su carácter humano en esta labor llegó a ser reconocido nada menos que por el papa Benedicto XVI, que le envió un diploma y una medalla. En agosto de 2018, poco antes de convertirse en Cebola de Ouro, contaba a Diario de Pontevedra las anécdotas de un acto que "foi unha grande sorpresa para min" y que se celebró en la iglesia nueva hace ya varios años. El diploma permaneció colgado en la pared de su casa todo este tiempo.
Durante estos años formó a más de 500 niños y niñas, vecinos del pueblo y también hijos de turistas que veraneaban en la zona, en una etapa en la que, tal y como explicaba en esta ocasión a Diario de Pontevedra, "estabamos tan apretados na igrexa que, ao final, as sesións eran na miña casa, os sábados pola tarde". A lo largo de una vida longeva, llegó a confesar que algunos de esos niños a los que había dado catecismo, ahora ya son abuelos.
Para ganarse la vida, trabajó como pantalonera, y colaboró con Jesús Paz, el sastre de la villa, llegando a realizar envíos de los pantalones que confeccionaba a Madrid. Durante varias décadas nunca dejó de mantenerse activa y destacó por su prodigiosa memoria, sus anécdotas y su cercanía. Los actos religiosos se celebraron este jueves en la iglesia nueva.
