Oreco Balgon, propuesta para ejecutar la primera fase del proyecto Batea en Tierra

La empresa iniciará la obra para dotar al entorno portuario sanxenxino de un talud ajardinado después de Semana Santa por 1,4 millones

 

Infografía del proyecto Batea en Tierra. DP
photo_camera Infografía del proyecto Batea en Tierra. DP

La materialización del ambicioso proyecto Batea en Tierra, que remodelará el entorno portuario de Sanxenxo, comienza a perfilarse. La mesa de contratación de Nauta acaba de proponer  como adjudicataria de la primera fase del proyecto a Oreco Balgon, que iniciará la obra por 1.497.439,60 euros (IVA incluido) después de Semana Santa, y que ofrece un plazo de garantía ampliado a cinco años y rebaja el plazo de ejecución 16 semanas.

La superficie de la zona en la que está prevista la primera fase de actuación asciende a 5.259 metros cuadrados y, en ella, se proyecta un talud ajardinado que comunica la Praza dos Barcos y la Praza do Mar.  El proyecto contempla la creación de un parque jardín que genere una continuidad topográfica como un elemento charnela entre la Praza de los Barcos, el Paseo de Silgar, el Paseo dos Barcos, el dique y los puertos pesquero y deportivo. Se mantendrá un acceso rodado al puerto pesquero por el exterior de la plaza, con carácter restringido, mientras que el aparcamiento seguirá contando con las plazas actuales. Todos los locales comerciales en régimen de concesión no sufrirán modificación alguna, por lo que se ajustará la pendiente del jardín al acceso.

La intervención de esta fase contempla también la rehabilitación y mejora del pavimento en la Praza dos Barcos y su integración dentro del proyecto, la redistribución del mobiliario urbano existente y la simplificación y unificación de todos los elementos de señalética. El objetivo es la creación de un auténtico pulmón verde en pleno centro urbano de Sanxenxo, en el que se plantarán 33 árboles (pinos y tamarices), 4.369 arbustos de ocho variedades diferentes y un total de 10.289 plantas. Las especies serán autóctonas, de diferente porte y con distintos estados de floración que permitan tener una variación cromática a lo largo del año, tal y como recordaron desde el Gobierno local.

En este sentido, se ha optado por introducir especies autóctonas propias de la comunidad por su resistencia a los vientos, la salinidad y su bajo consumo de agua. Con el diseño se pretende recrear un paisaje natural en el espacio urbano que conecte a los usuarios y visitantes con el entorno, facilitando la conexión entre la biodiversidad y el valor ornamental con masas arbustivas de floración escalonada y abundante.