La reanudación de los trabajos de humanización en el que será el futuro boulevard de Portonovo, que tuvo lugar ayer tras el parón navideño, trajo consigo un importante cambio para la convivencia con el tráfico. Finalmente, los coches no tendrán que desviarse por la Avenida Rafael Picó, la Rúa Espiñeiro y la Travesía Areal, tal y como estaba previsto, y podrán transitar la vía mediante una regulación semafórica del tráfico en el carril central único, que estará habilitada a partir de este miércoles.
El Gobierno local anunció esta medida, que tiene como objetivo generar las menores molestias posibles a vecinos y comerciantes, tras una visita a la obra durante la jornada de este lunes, en la que la empresa adjudicataria comenzó con el grueso de la primera fase de los trabajos, que comprende más del 50% de la actuación, y que se extiende desde la rotonda del entronque con Rafael Picó hasta el cruce con Travesía Areal.
Tras la visita realizada por el alcalde, Telmo Martín, acompañado de la concejala de Planificación Territorial, María Deza, y del concejal de Seguridad Ciudadana, Jaime Leiro, desde el Gobierno local aclararon también que los peatones que transiten la zona seguirán contando con un paso seguro por la zona de obras. Además, en horario de noche y durante los fines de semana se apartarán las vallas para que el vial recupere el doble sentido del tráfico.
Se prevé que esta primera fase de la obra finalice en el mes de junio, tal y como marca el cronograma, para volver a retomar los trabajos después del verano, con el objetivo de que no interfieran en la actividad turística y comercial durante la temporada estival.
UN REVULSIVO. El total de la actuación, presupuestada en 2,3 millones de euros, abarca 810 metros de la vía y supondrá una profunda mejora en el corazón comercial de la villa marinera, generando protagonismo a las personas frente a los vehículos, según recordaron desde el Concello.
El proyecto también incluye la renovación de los servicios en la zona, con la instalación de las canalizaciones subterráneas para el cableado de telefonía y para la electricidad, que sustituirán los actuales tendidos aéreos, así como la renovación de las redes de abastecimiento, saneamiento, pluviales y de alumbrado público.
