El Arosa logró un empate con sabor agridulce a domicilio frente al Atlético Arteixo en un encuentro en el que siempre fue a remolque en el marcador y en el que pagó caros sus errores y una nefasta primera mitad.
El conjunto de Luisito debió igualar por dos veces un marcador adverso para sumar un punto que lo mantiene vivo en la pelea por la primera plaza, pero cada vez con menos margen de error.
El Atlético Arteixo fue mejor en una primera mitad en la que el Arosa no dio muestras de sentirse cómodo sobre el terreno de juego. El cuadro local lo aprovechó para adelantarse en el tanteador por mediación de Iván Vázquez antes del cuarto de hora de juego, con un centro que se envenenó y sorprendió a Manu Táboas.
El cuadro arlequinado apenas dispuso de ocasiones en el primer acto y se mostró sin demasiadas ideas en la faceta ofensiva. El conjunto local desaprovechó su superioridad y sus llegadas para hacerse con un marcador más amplio. Al descanso, el Arteixo vencía por 1-0.
Luisito se vio obligado a realizar modificaciones en su esquema para intentar reconstruir su escuadra en busca de la igualada. Las rotaciones y le reestructuración táctica dio sus frutos nada más comenzar el segundo período, en un centro de Brais Pedreira materializado por Borja Míguez en el empate.
Pero la alegría de la igualada duró poco al bloque arlequinado. Un error en un despeje de Martín dejó a Otero en posición favorable para iniciar su carrera, internarse en el área y finalizar a gol tras sentar a Pacheco.
El Arosa no se rindió y encontró la igualada a 20 minutos para la conclusión, en un destello de calidad de Iñaki, que batió con un gran disparo a José Hevia. Los dos equipos parecieron dar por bueno el empate que mantiene al Arosa en la segunda plaza, virtualmente clasificado para la fase de ascenso, pero sin margen de error en la batalla por el título de grupo, lo que le permitiría ascender de forma directa a Segunda Federación.