VIDA SALNÉS

Chus Rolán: "Consigues lo que sueñas"

"Yo soy de Vilagarcía pero no tengo ocho apellidos gallegos. Tengo una parte gallega, una parte castellana y una parte extremeña. Nací en la calle. Mi padre llevaba a mi madre al sanatario para dar a luz, en la calle Covadonga, yo me llamo María Jesús Covadonga, y el sanatorio era el edificio bonito que está al lado de la parroquia, que ahora es una casa de seguros", cuenta la farmacéutica y presidenta de Cruz Roja.
photo_camera Alberto Avendaño entrevista a la farmacéutica y presidenta de Cruz Roja Chus Rolán

Nuestro padre murió cuando éramos pequeñas. Somos cuatro mujeres, con mi madre cinco. Una familia de mujeres. Mi padre se llamaba Alfonso Rolán, tenía un almacén de coloniales. A mí me gustaba jugar en el mostrador. La gente venía a comprar sus comidas que se vendían en envases reciclables totalmente, se devolvían los vacíos, se servía el arroz y todo en bolsas de papel de estraza. Fuimos internas al colegio porque mi madre tenía esa empresa, 18 hombres que había que gestionar y nosotras estuvimos en Placeres. La verdad es que me gustó el colegio. Fui una niña que no daba problemas, fui estudiosa, era calladita, yo me apañaba.

¿Y qué querías ser de mayor?

Yo realmente quería ser médico. Pero claro, si eres médico ¿qué tienes que hacer? Tener una mesita delante y al otro lado una persona. Yo con esto no puedo, me dije. Me gustó una profesora que era farmacéutica y me daba física y matemáticas. Y luego me dejé llevar por mi corazón. Yo sabía que mi padre había soñado para mí que fuera farmacéutica.

Y lo consigues.

Sí, pero en el 82 aquí no había trabajo para farmacéuticos, entonces empecé a apuntarme a todos los cursos que iban saliendo. Hice un curso de nutrición y vino un catedrático de Granada. Me apunté a una beca para ir a Granada y me la dieron. Yo nunca me había ido de casa porque mi madre había cerrado el almacén, se lo había dejado a dos empleados y se había venido con nosotras para Santiago. Mis hermanas ya se habían casado y me quedé yo sola con mi madre. 

Objeto escogido por la farmacéutica y presidenta de Cruz Roja en Vilagarcía Chus Rolán, durante su entrevista con Alberto Avendaño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Objeto escogido por la farmacéutica y presidenta de Cruz Roja en Vilagarcía Chus Rolán, durante su entrevista con Alberto Avendaño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA


Pero te fuiste a Granada.

Me pareció magia pura aquello. No entendía nada, era todo muy distinto para mí; pero me gustó mucho. Y ahí aprendí mucho porque me di cuenta que yo sola podía, que podía estar entre gente, que podía hacer amigos. Acabé el curso y tenía posibilidades de trabajar allí; pero yo llevaba con mi novio 11 años... yo no quería casarme si no tenía trabajo, y no había. 

¿Y tu novio vino a buscarte?

Llevo 50 años con Jorge. Vino a buscarme. Entonces me vine. Y la verdad es que tuve una vida maravillosa.

¿Y el trabajo?

Me llamó mi madre diciendo que le ofrecían una farmacia, pero es que yo no la quería para mí, ¡madre mía! Una farmacia yo sola... ¿qué hago? Yo quiero trabajo y quiero casarme entonces más vale no pensarlo. Compramos la farmacia, firmamos el crédito, 24% de intereses. Era una farmacia rural porque estaba separada Vilagarcía por el río, tenía delante el matadero. Yo atendía a los señores del matadero, les hacía las curas. 

¿Cómo era tu farmacia rural?

Yo no soy hija de farmacéuticos, pero sí tengo vivencias de gestionar un almacén de coloniales, esto me lo enseñó mi madre. Yo tenía una libreta roja de estas que vienen con abecedario y ahí tenía a las gallinas, en la g, “me dicen que las gallinas lloran” o “me dicen que los cerdos están tristes” y yo averiguaba que había que darle un antibiótico o calcio porque se le rompen los huevos a las gallinas. Yo estaba en el fin del mundo. Luego fui creciendo, contratando personal, siempre quise que mis clientes estuviesen atendidos por farmacéuticos. Siempre pensé que mi farmacia sería como un espacio de salud más que de enfermedad.

¿De dónde te viene eso de Interesarte por la salud del otro?

Yo siempre tengo muy en cuenta qué es lo que necesitas, qué es lo que yo sé que a ti te puede servir, cómo te puedes cuidar —porque la salud depende de cada uno por mucho que yo te diga o el médico te diga, como no hagas nada lo pierdes todo—. Yo creo que todo esto viene de que la gente de mi época vivió esto. Que tus padres se vinieron a una tierra buscando una posibilidade de vida, pero se iban trayendo a los suyos. Al final, nosotros mamamos esto. No somos nosotros por nosotros. Somos nosotros por el otro.

La farmacéutica y presidenta de Cruz Roja en Vilagarcía Chus Rolán, durante su entrevista con Alberto Avendaño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
La farmacéutica y presidenta de Cruz Roja en Vilagarcía Chus Rolán, durante su entrevista con Alberto Avendaño. JOSÉ LUIZ OUBIÑA


Háblame de tus raices.

Mi padre viene de una aldea de Verín. Mi madre nació aquí, pero mi abuelo era de Extremadura y mi abuela de Salamanca. Eran 20 hermanos de dos mujeres y él tenía un hermano pequeño que tenía muy mala salud, conoció esto y le gustó y le puso aquí una tiendita. Cuando su hermano murió, mi abuela y mi abuelo se vinieron a hacerse cargo de la tienda y aquí nació mi madre. Él tuvo el Café Central en frente del Casino de Vilagarcía.
 
Entonces la familia se vuelve gallega.

Si, yo me siento gallega totalmente. Tengo un hijo y una hija. Ella es arquitecta y él es farmacéutico, pero trabaja en la industria. Yo nunca quise que mis hijos fueran farmacéuticos porque es una profesión en la que no se nos valora nada. 

¿Qué es una farmacéutica?

Yo me considero una empresa, es una empresa de salud pero yo soy empresaria a la vez que farmacéutica y hasta ahora yo nunca pude presentar mi cuenta de resultados. Estaba mal visto que un farmacéutico haga eso ¿Por qué ganas dinero? Porque trabajo y porque vendo y si no vendo no te puedo ayudar. Lo único que tengo en mis manos para que te cuides es vendiéndote un producto. Somos solucionadores de problemas. 

¿Los productos de estética que venden las farmacias también es salud?

Si, al final es salud. La derma es salud, o sea, si yo me veo bien mi autoestima crece, todo está relacionado, todo lo que hay allí dentro está relacionado con la salud. 

¿De dónde te viene esa obsesión de unir empresa y servicio?

Primero porque lo mamé. Mi padre montó una serie de tienditas que gestionaban las señoras que tenían que quedarse en casa al cuidado de los hijos, del pequeño terreno y esperando a que el marido volviera del mar. Mi padre les ofreció que utilizasen un pequeño espacio en el bajo de sus casas para que tuvieran una tienda y tuvieran independencia como mujeres. Él les ponía la mercancia y en cuanto la vendían se la pagaban. Esa es la primera franquicia que existió en el mundo. Y mi padre se murió en 1965. A mí hoy me hablan de mi padre en la farmacia, ¿cómo no me voy a emocionar?

¿Por qué aceptas la presidencia de la Cruz Roja de O Salnés?

Cuando te vienen con algo así siempre dices que no. Todavía tengo empresa, tengo familia, no quiero esta responsabilidad. Pero realmente ¿qué hay que hacer? Y me dicen que hay un comité con profesionales que saben su trabajo. Para mí estar de cabeza visible es un orgullo y una responsabilidad porque estás representando unos valores. Pero mi función es de apoyo y de representación. Donde no puede llegar la administración allí llega la Cruz Roja. 

 ¿Cómo sois los de O Salnés?

A mí me dice la gente que viene de fuera que no somos nada acogedores. Creo que la cuestión es que llegas y no haces ningún esfuerzo, porque la gente que yo conozco es súper acogedora. De abrir la puerta y la casa al que llega. Somos gente alegre, trabajadora, disfrutona de la vida.

¿Y eso de que los de Vilagarcía sois ingleses?

Sí, yo creo que es un orgullo. La vida que tenía Vilagarcía lo saben los que vivieron esa época. Aquí se estrenaban las películas que venían de América porque los barcos entraban aquí. Mi madre tenía un abono en el Cine Fantasio y todas las semanas iban al cine. El primer partido de fútbol en España se jugó aquí con la Escuadra Inglesa. Y a los bailes venían los estudiantes de Santiago, y la playa de Santiago era la de Compostela y sigue siendo. Es que Vilagarcía tiene metro con el tren.

Pero es un metro que no corre por la noche.

Efectivamente. Porque no piensan en lo que necesita la gente.

¿Cómo eres tú?

Cuando me preguntas eso yo me bloqueo. ¿Cómo soy? Soy emotiva, soy... una pesada. No se puede ser así.

¿Por qué?

Porque estoy súper orgullosa de lo que he conseguido y entonces me emociono. Nunca en la vida pensé, aunque lo tenía muy claro, que lo iba a conseguir. Pero realmente lo que sueñas, lo consigues. 

¿Sientes que materializaste el sueño de padre?

Sí.
¿Y cómo te hace sentir eso?
Muy bien. Mi padre se llamaba Alfonso. Mi abuela a mí me llamaba Alfonsa. Era igual que él. 
Y ahora vienen tus hijos...
Nosotros echamos a los 18 años a nuestros hijos de casa. Creo que tienes ese tiempo para enseñarles y luego tiene que venir la vida. 
¿Así aprendiste tú?
Yo me hice mayor, me hice persona, me hice independiente, creí en mí saliendo de casa. Hay que salir.
¿De qué te arrepientes?
Tengo muy claro que la vida es demasiado finita como para perderlo en estas historias así que vamos a tirar para adelante.  

Test de vida

¿Una palabra?

Generosidad.
¿Un lugar?
Granada.
¿Una persona?
Mi padre, Alfonso.
¿Un personaje?
Marie Curie por lo generosa que fue.
¿Alguien imprescindible?
Mi marido y mis hijos.
¿Alguien importante?
Mi marido, Jorge.
¿Un objeto?
Un mortero que es cambio, es mezcla, es conseguir algo después de muchas cosas pequeñitas, es transformación.
¿Qué es la vida?
Para mí la vida son momentos que tú decidirás como los percibes, como los trabajas, como los compartes. Y siempre hay que pensar que esto se acaba pronto, entonces vívela.