La Fiesta del Agua de Vilagarcía está a la vuelta de la esquina y la expectación en toda la ciudad es máxima después de dos largos años de espera para poder disfrutar de una de las celebraciones más multitudinarias de la comunidad. Tanto es así, que la sala Rivas Briones se llenó ayer para la inauguración de la muestra Aquí non chega!, un repaso por los 40 años de historia de una celebración "sen dono" y que surgió "no pobo, de abaixo para arriba". La programación de la festividad de San Roque, que dará comienzo esta tarde noche con la lectura del pregón y la ofrenda floral en la iglesia parroquial, se adelantó a la tarde de ayer en la que el pasodoble Triunfo, el himno oficioso de la ciudad y que, como afirmó el alcalde Alberto Varela, "é imposible que un vilagarcián non se emocione", fue la primera piedra de esta edición del evento.
Decenas de personas esperaban ansiosas minutos antes de la apertura de la exposición animando con bailes y palmas a la Banda de Música de Vilagarcía. Una vez dentro de la sala, los asistentes pudieron visualizar la línea del tiempo compuesta de texto e imágenes en las que se hace repaso de la fiesta desde sus inicios, incidiendo en momentos clave como su "institucionalización" en 1991 o en 2006, cuando fue declarada de Interés Turístico Nacional. Los pregoneros, encargados de dar el pistoletazo de salida al momento húmedo, también están presentes en Rivas Briones, al igual que las camisetas cedidas por peñas o particulares. En estas, se demuestra el ingenio de la gente de Vilagarcía, al estar creadas con frases o imágenes que mantienen relación con la festividad en un afán de creatividad, y que se puede visitar en la segunda planta de la exposición.
Niños y niñas, adolescentes, hombres y mujeres adultas o incluso de la tercera edad. Varias generaciones se juntaron ayer en la casa de la Cultura para rememorar y pasar el testigo de un legado que perdura en la memoria de todos y que, después de la pandemia, Vilagarcía quiere retomar con más fuerza y diversión que nunca.
El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, destacó la celebración como "unha idea que xorde como xorden sempre as mellores, do pobo e para o disfrute do pobo". El alcalde fue el encargado de representar el momento en el que el pregonero da inicio a la fiesta, cubo en mano, pero esta vez lleno de confeti en vez de líquido, para lanzar a los asistentes que esperan cada año en el entorno de la capilla de San Roque. El ambiente se fue caldeando y la sala empezó a corear el "aquí no llega" o el "San Roque, San Roque, San Roque es cojonudo", acompañados desde fuera de la Banda de Música que empezaba a entonar los acordes del Himno Galego, canción que recibe al santo cada 16 de agosto.
