Vacaciones en un barco: sin fronteras pero con destreza

Unos conocimientos mínimos y un poco de experiencia son la base para aquellos que no temen "encontrarse solos en alta mar"
Tripulantes en la embarcación ‘Ledicia’ en el pantalán del RCN de Sanxenxo. ANXO LORENZO
photo_camera Tripulantes en la embarcación ‘Ledicia’ en el pantalán del RCN de Sanxenxo. ANXO LORENZO

De igual forma que para gustos hay colores, también hay destinos vacacionales. Desde los lugares más éxoticos hasta los más tranquilos, en los que uno pueda simplemente descansar de los agobios del día a día, se encuentra una opción que, en Sanxenxo, destaca por ser una de las favoritas: pasar las vacaciones a bordo de un barco.

Es una opción por la que cada vez optan más personas, especialmente aquellos amantes de la tranquilidad del alta mar. A pesar de ello, se trata de un estilo de vacaciones para el que hay que estar preparado: "Entiendo que no está hecho para todo el mundo, encontrarse solo en alta mar puede ser algo agobiante". Así lo reconocieron desde el Real Club Náutico de Sanxenxo, que cuenta con trabajadores expertos en la materia que cuidan diariamente de sus pantalanes. "No es tan fácil como coger un barco y ponerse a navegar", ya que se han de tener unos mínimos conocimientos tanto de navegación como de orientación, y si es en un barco de vela, hay que tener en cuenta que se debe poseer cierto manejo a la hora de anudar, controlar las mareas, y una larga lista de requerimientos. Pero, en caso de cumplirlos, destacan los expertos, "es una experiencia que no se puede dejar escapar".

Muchas son las historias de los que, tras un viaje en barco, se enamoran del mar, precisamente porque es una situación completamente distinta al día a día, tal y como confirman los numerosos testimonios de aquellos que, hoy en día, cuentan con una embarcación propia y que, un verano más, se disponen a navegar con base en el Náutico. Tal y como afirmaron la mayoría de ellos, las vacaciones en el mar sin fronteras ni horarios son algo que, a día de día de hoy, no cambiarían "por nada".