Con un destornillador de grandes dimensiones y una herramienta pata de cabra, un hombre consiguió hacerse con un botín superior a los 1.000 euros, la mayoría del dinero en monedas, tras robar por la fuerza en la misma tarde dos lavanderías ubicadas en Portonovo y Sanxenxo.
El singular suceso, que conmocionó a las dos familias propietarias de los distintos establecimientos que vivieron esta fatalidad casi en paralelo, ocurrió el pasado martes y tuvo como autor, según explicaron las partes afectadas, a un mismo individuo de avanzada edad, que fue grabado por las cámaras de seguridad de la lavandería Xabón do Río (Rúa da Perla, Portonovo) alrededor de las 17.00 horas del martes merodeando por las inmediaciones del local. Según explicaron a este medio las responsables de ambos establecimientos, en la misma franja horaria, la propietaria de la lavandería Burbullas (Estrada da Circunvalación, Sanxenxo) recibía la llamada de una clienta por una duda con el programa de una máquina de lavado, por lo que tuvo que acudir al local. "Fui a solucionarle el problema y cuando llegué, vi que la puerta de la zona privada estaba como si hubieran intentado forzarla. Me sorprendí y saqué una foto, pero justo me cuadró con que tenía que ir a buscar a mi hija. Cuando quedé libre, decidí ir a la Guardia Civil a poner una denuncia porque, aunque no llegaran a hacer nada, la puerta estaba forzada", explica Romina Torres quien, alrededor de las 19.15 horas, antes de acudir al cuartel, tuvo la intuición de mirar la cámara del local en directo. "Cuando puse las imágenes vi la puerta, que en ese momento ya estaba rota y llamé a la Guardia Civil, que llegó antes que yo a la lavandería. Había robado solo 10 minutos antes", lamenta.
Solo una hora antes de lo ocurrido en Sanxenxo, en Portonovo, sobre las 18.00, el marido y la hija de Elisa Carballa acudían a Xabón do Río a realizar unas tareas. "Se encontraron con todo el petate, la puerta rota y también la interior que da a las máquinas. Forzó la máquina del cambio, astilló el cristal de otra puerta y se llevó todo el dinero que teníamos. Cuando estábamos allí con la Guardia Civil, fue cuando recibieron la llamada de la otra lavandería", rememora.
Y es que, según apuntaron ambas afectadas, el hombre habría intentado forzar primero la puerta de la lavandería de Sanxenxo, si bien, al no conseguirlo por carecer del material necesario, acudió a comprarlo a un establecimiento de Portonovo, donde más tarde sería identificado. Tras esto, aprovechó para robar en la lavandería de Portonovo, desplazándose posteriormente a la de Sanxenxo para terminar la faena que había comenzado dos horas antes.
En monedas de cambio, el presunto ladrón se hizo con entre 500 y 600 euros, además de unos 40 euros en billetes. "Tuvimos suerte de que era un día de sol y poco trabajo", cuenta Elisa, mientras que en Burbullas el botín fue ligeramente superior, entre la recaudación del día y el cambio. "Afortunadamente no había nadie dentro, hacía 10 minutos que se había ido una clienta habitual, pero fue un disgusto porque al final lo que se llevó es el pan de la familia. Ahora tenemos el local cerrado por culpa de un sinvergüenza, y esperamos que se haga cargo el seguro", lamentó Elisa. "Me puse bastante nerviosa. En esta zona estas cosas no son habituales. Este hombre jugó con el pan de los demás", apuntó Romina.
Ambas propietarias presentaron las correspondientes denuncias y la Guardia Civil mantiene abierta la investigación.
