El festival Costa Feira de Sanxenxo se rindió este sábado ante Lola Índigo. La que en su día fue primera expulsada de Operación Triunfo 2017 ha crecido tanto a nivel artístico que actualmente su show se consagra como uno de los más potentes del país. La capacidad de Miriam Doblas para compaginar canto y baile hacen que sus actuaciones sean inigualables en España, de modo que su manera de pisar el escenario la catapulta hasta el nivel de artistas como Beyoncé, Lady Gaga o P!nk, a las que nada tiene que envidiar.
Desde sus inicios musicales tras su salida de OT y su gran debut con Yo ya no quiero na han pasado ya cinco años en los que la artista ha logrado posicionarse como una de las cantantes y bailarinas más relevantes a nivel nacional. Posee algunas de las colaboraciones más codiciadas del momento junto a Luis Fonsi, Aitana, TINI o Quevedo, y muchos de los temas más populares: El Tonto, La Niña de la Escuela, Las Solteras o Discoteka.
Así, a través de estas canciones y de muchas otras, la granadina llevó a su show en Sanxenxo toda la energía que la caracteriza. Junto a su cuerpo de baile puso a bailar a todos los asistentes, que sin lugar a duda se mostraron motivados y no dudaron en ponerse a bailar y saltar con la artista, que en varias ocasiones mostró el cariño que siente por su público y lo agradecida que esta con las personas "que siguen viniendo a mis shows".
Su actual gira se centra en su último disco: El Dragón. Es el más atrevido hasta la fecha y la mayoría de sus canciones sonaron a lo largo de la noche de este sábado, aunque también hubo cabida para muchos de sus numerosos éxitos anteriores. Yo ya no quiero na o Mujer Bruja, de su primer álbum Akelarre son solo algunos de los múltiples ejemplos de ello.
No obstante, los asistentes no fallaron a la artista. Se sabían tan bien las canciones más antiguas como las más recientes, de modo que acompañaron la voz de Lola Índigo durante prácticamente la totalidad del concierto. Fueron cerca de dos horas de un completo despliegue de medios de iluminación, sonido y el más destacable: los medios humanos. Un concierto de Lola índigo es impensable sin el baile urbano que tanto se asocia con ella. Tanto es así que la arista finalizaba cada tema casi entre jadeos dado el elevado rendimiento físico que supone hacer un show de esa duración con un nivel de energía tan elevado.
El vestuario es otro de los puntos fuertes de la extriunfita. No sólo por lo vistoso, sino también por la variedad que se puede ver en tan sólo un pase de la artista. Caracterizados por la exuberancia y la espectacularidad de colores y tejidos, la artista luce más de dos outfits durante el concierto. En apenas un par de minutos en los que su cuerpo de baile tiene la oportunidad de lucirse de manera individual, la artista desaparece del escenario y regresa con un look todavía más asombroso que el anterior. Lola Índigo no deja lugar a dudas: la clave de su éxito es la multidisciplinaridad. Hay voz, hay baile, hay iluminación y hay moda.
Y por si todo esto fuera poco, la artista logra el equilibrio perfecto cuando introduce alguna de las escasas baladas que componen su trayectoria. Un gran contraste muy bien inserido en el desarrollo del concierto y que conforma uno de los momentos más especiales de la noche.
Exhaustos y con un gran sabor de boca, los asistentes llegaron al final del concierto pidiendo a gritos alguna canción más. Lola Índigo se erige como una de las artistas más importantes y mejor valoradas del panorama musical en España. Nadie puede ofrecer hoy en día lo mismo que ella. Comenzó su carrera hace un lustro y no ha parado de crecer desde entonces. Un sueño que ‘OT’ hizo posible en cuanto a exposición mediática pero que ella desarrolló con esfuerzo y creatividad. Como el ave fénix, ha vuelto a demostrar, esta vez en Sanxenxo , que esa primera expulsión en el concurso musical de Gestmusic fue sólo un tropiezo en una carrera ya imparable, A la espera de conocer el camino que seguirá su carrera, queda el recuerdo de actuaciones tan impresionantes como la de este sábado en el Costa Feira.
