Con la connivencia de otros miembros de su familia, al menos de su hermano, un vecino de Sanxenxo había instalado un gran punto de almacenaje, preparación y venta de sustancias estupefacientes, principalmente cocaína, en un domicilio propiedad de sus padres. Una investigación de la Guardia Civil cristalizó a finales de marzo de 2021 con el registro de dos inmuebles, en los que se hallaron hasta tres básculas de precisión, importantes cantidades de cocaína con distintos cortes, en algunos casos extremadamente adulterada y en otros con niveles de pureza superiores al 70 por ciento, además de múltiples indicios de la actividad delincuencial a la que se dedicaba, entre ellos decenas de miles de euros en efectivo repartidos en billetes de distintos valores.
Destacó, además, el hallazgo en uno de los domicilios objeto de registro, en una zona próxima a la playa de A Lanzada, de un gran cantidad de sustancia pensada para el corte y adulterado de la cocaína, principalmente ácido bórico, pero también cafeína y paracetamol. "El acusado poseía dichas sustancias con la finalidad de destinarlas al mercado ilícito", detalla el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra en su sentencia.
El dictamen definitivo incluye una pena de tres años de prisión para el único individuo juzgado (hasta cuatro, la mayor parte con lazos familiares, fueron investigados inicialmente), una condena que no se ejecutará a través del ingreso en un centro penitenciario siempre que no delinca en el plazo de tres años. Ello es así porque la Audiencia estimó que la adicción al consumo de drogas influyó en la conducta delictiva que quedó acreditada en sentencia, lo que, unido al reconocimiento expreso de los hechos suscrito por el procesado y la obligación a someterse a un tratamiento de deshabituación "que en este momento ya está realizando", le otorgan el beneficio de forma provisional.
Las investigaciones fueron desarrolladas en su día por agentes de la Compañía de Vilagarcía de Arousa de la Guardia Civil, que interceptaron al acusado en un vehículo con una pequeña cantidad de droga y, tirando del hilo, llegaron a hasta los citados domicilios que resultaron ser el centro de operaciones y en los que se hallaron los numerosos indicios que acaban con la actual condena.
