"No parece muy razonable demonizar una actvidad que no va a dejar de crecer en toda la provincia de Pontevedra, en toda Galicia, y en toda España". La frase forma parte de la misiva enviada por la Asociación Galega de Autocaravanas (AGA) al alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos. En la carta, el presidente del colectivo, Manuel Fernández-Arruty Ferro, solicita por segundo año consecutivo una reunión al regidor grovense. En febrero del pasado año, AGA ya había solicitado por escrito una reunión. La entidad que aúna a 800 autocaravanistas gallegos desde hace dos décadas ni siquiera tuvo un acuse de recibo pese a interesarse por la misiva y la reunión en diferentes ocasiones.
Arruty-Ferro llama en su comunicación al alcalde a trabajar conjuntamente, como AGA ha hecho en los últimos años con decenas de municipios de Galicia, para optimizar la gestión del autocaravanismo sostenible. Le recuerda que "O Grove es uno de lo pocos municipios turísticos de relevancia la costa gallega que sigue sin disponer de un área de estacionamiento de autocaravanas". Y sin embargo, añade, el regidor "demoniza" a los autocaravanistas por los problemas de masificación que sufre el municipio de O Salnés en verano.
Para la asociación, la solución ahora mismo es trabajar conjuntamente de cara a fomentar una actividad, el autocaravanismo, que permite desestacionalizar el turismo. Fernández-Arruty recuerda en su carta que "ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos de toda España que quieren aprovechar el crecimiento de la actividad autocaravanista apoyan la creación de áreas que ayuden a optimizar el turismo de autocaravanas e incluso abren convocatorias de subvenciones para la creación de estas instalaciones", sentencia.
