El Arosa obtuvo en la quinta jornada su primera victoria de la temporada, además en remontada, fuera de casa y contra un recién descendido, el Polvorín (1-3). Del tanto madrugador de Lizancos se repuso muy bien el conjunto arlequinado en Lugo.
El conjunto vilagarciano, que escaló hasta la duodécima posición, a cuatro puntos de la zona de promoción de ascenso, no lo pasó bien en los primeros compases de juego. A los dos minutos, en el primer saque de esquina favorable al filial del Lugo, Arhoun colocó la pelota al área desde el cuarto de círculo y el lateral Lizancos, incorporado al ataque, conectó un cabezazo imparable para Manu Táboas.
Las dudas del Arosa se extendieron hasta el minuto 11. En el desconcierto de los pupilos de Luisito ante el mazazo, a Pablo Rubal le faltó poco para alcanzar un centro de Jorge Maceira. El panorama cambió a partir de una falta que centró Iñaki sin consecuencias. Después, hubo un cabezazo alto de Sylla y, en el minuto 15, Borja Míguez capturó un rechace dentro del área y lanzó un disparo para situar el empate.
El gol volvió más dominador al Arosa, que estuvo a punto de completar la remontada en una falta golpeada por Diego Enjamio a las manos de Brais. El dominio en el juego volvió a trasladarse al marcador cerca de cumplirse la media hora de juego. Borja Míguez recibió en el área de espaldas a puerta, protegió el cuero con el cuerpo y fue derribado. El propio delantero e hijo del técnico Luisito convirtió desde los 11 metros por el centro, raso y fuerte, engañando a Brais.
Poco después, con la remontada hecha, el técnico arosista pudo reorganizar cosas en la pausa de hidratación, permitida a la media hora por el colegiado Iglesias Melón. El Arosa consiguió enfriar, curiosamente, el partido en medio del intenso calor. Una acción en el minuto 44 pudo tirar al traste con todo. Cotilla y Lizancos tuvieron una disputa frente al banquillo local y ambos recibieron cartulina amarilla. El Polvorín pidió tarjeta roja para Cotilla. El lateral se libró y eso no fue lo último bueno para el Arosa antes del paso por los vestuarios de A Cheda. El primer tiempo se prolongó cinco minutos y, en el último de ellos, una jugada individual de Martín Diz continuó con un servicio a Iñaki para anotar éste de disparo raso y cruzado. No hubo goles en el segundo tiempo.
La propuesta de Luisito para la segunda parte fue diferente, empezando por dos sustituciones al arrancar la reanudación. Cotilla no pisó el césped a la vuelta de los vestuarios y, así, se construyó una defensa de cinco con Barroso de lateral izquierdo y el también revulsivo Carús de tercer central. El Polvorín tuvo muchos problemas para combinar. Barroso recibió amarilla pronto, pero la presunta debilidad del lado izquierdo no fue tal.
Las ocasiones escasearon en los segundos 45 minutos. Entre las pocas, hubo una de Pacheco, que subió a rematar un saque de esquina, llegando a enganchar una volea que pasó por encima del larguero cerca de alcanzarse el ecuador del segundo tiempo. También hubo una ocasión clara de Borja Míguez, cerca del minuto 90, un disparo cruzado a ras de hierba.
El Arosa ya tiene una victoria en el casillero y espera trasladar las buenas sensaciones al próximo duelo ante el Estradense.
