Un gol de Lezcano cuando el partido estaba cerca de la media hora dio al Céltiga tres puntos vitales en su visita al campeón. El Villalonga, relajado, con los deberes hechos desde hace jornadas, garantizado el ascenso a Tercera, jugó sin presión y, a veces, sin la tensión de otros partidos, lo que aprovecharon los visitantes para salvar el escollo más duro que les quedaba en su camino para regresar a la categoría perdida. Depende de sí mismo en la próxima jornada, que disputará en el Salvador Otero ante un descendido Ribadumia, que no podrá moverse de la decimoquinta plaza.
Un gol de Lezcano cuando el partido estaba cerca de la media hora dio al Céltiga tres puntos vitales en su visita al campeón ante la presión ejercida desde atrás por Valladares y Choco. La situación fue propicia para que el Céltiga sacase provecho. Los pupilos de Luis Carro interpretaron el papel que habían diseñado a la perfección.
Cuando el partido caminaba hacia la media hora, el cuadro isleño rompió las líneas de los locales, Julio Rey entró de lleno en una triangulación que hizo correr la pelota hasta la línea de fondo, desde donde Álex Fernández vio la llegada de Lezcano, que no perdonó a Rodrigo y dio tres puntos claves para su equipo en su pelea por el ascenso.
