Mariscadora 2.0, la influencer cambadesa que muestra la dureza de su trabajo en el mar

María Fontán, la mariscadora del vídeo que se ha hecho viral por mostrar las extremas condiciones atmosféricas a las que se tiene que enfrentar en su trabajo, arrasa en las redes sociales con sus publicaciones en el mar

Pertenece a la Cofradía de O Grove y se ha convertido en toda una influencer del mar. Se trata de María Fontán, conocida como Mariscadora 2.0 en sus redes sociales, donde documenta el día a día de su oficio. De igual manera, es integrante de Mulleres Salgadas, la asociación que mira por los derechos y los deberes de las mujeres del mar. 

A través de un vídeo de TikTok se hizo viral tras exponer una situación que a menudo tienen que vivir los trabajadores del sector del marisqueo. La grabación , filmada en pleno temporal en la playa de O Correlo de Cambados, ya cuenta con más de 300.000 visualizaciones y María sigue asombrada con la interacción obtenida. "Sabía que se iba a hablar del vídeo pero no a esta altura", afirma.

Se trata de un oficio duro de por sí, pero más se complica cuando las condiciones meteorológicas son adversas. Sin embargo, como señala la trabajadora del mar,  "había que salir a ganar el día". Y es que, a pesar de que las circunstancias no las acompañen ni sean las más favorables, "toca salir a trabajar igualmente". Aquel día, no esperaban que fuese a hacer tan mal tiempo y les sorprendió un fuerte temporal en medio de la jornada. "En cuestión de media hora cayó una tromba de agua y vino un oleaje tremendo, no contábamos con él", pero cesó y el resto de la mañana se despejó.

Fontán empezó en este oficio en 2014, gracias al apoyo de su hermana que ya trabajaba en el sector. Fue entonces cuando empezó a publicar algunas fotos del trabajo en su cuenta personal y, poco a poco, notó el interés de la gente . "Llamaba bastante la atención", confiesa, porque se trataba de un mundo desconocido para muchos. 

Así fue como, en 2019, tomó la decisión de crear Mariscadora 2.0, la cuenta en la que sube contenido todos los días que va a trabajar. Su objetivo no es otro que divulgar este oficio, "hablar de nuestro trabajo de marisqueo y que la gente le dé valor". 

El trabajo es duro, los movimientos muy repetitivos y cansinos, en la espalda se nota y en las articulaciones también, reconoce la joven, ya que "a nivel físico acabas fatal". Sin embargo,  no lo cambiaría por nada, algo que para ella es muy gratificante. "Es libertad pura y dura", explica.