El Servizo de Emerxencias de Vilagarcía fue alertado cerca de las 12 horas del mediodía de este miércoles de un aparatoso incendio en el edificio de Procoarsa, en la Avenida de Cambados, que se saldó con una única vivienda afectada y sin que ninguna persona resultase herida. El fuego se originó en un cuadro eléctrico de la planta baja, mientras un operario trabajaba en la instalación de un sistema de pararrayos.
El fuego tan solo afectó al cuarto de la instalación eléctrica, siendo el intenso humo el que obligara a los servicios de Emerxencias y Bomberos a evacuar a los vecinos de los primeros niveles del bloque, por precaución.
El corte del subministro eléctrico de todo el inmueble supuso que el ascensor y la luz no funcionaran. Esto, sumado a que las salidas por las escaleras estaban llenas de humo, obligó a los servicios de Emerxencias a tener que ayudar a los vecinos a abandonar sus hogares. La evacuación más aparatosa fue la de una mujer del primer piso que estaba inundado de humo, y a la que fue necesario extraer por la ventana utilizando una escalera de mano. Además, se utilizó una grúa con brazo extensor de un vehículo contra incendios para rescatar a dos matrimonios de un tercer y cuarto piso, respectivamente.
Los pisos superiores, desde el tercero hasta el undécimo (el más alto), no fueron desalojados, si bien se pidió a los residentes que se mantuvieran confinados, con las puertas cerradas y ventanas abiertas, para airear.
Una vez concluido el operativo, cerca de las 15.15 horas, no hubo que lamentar daños personales. El operario que trabajaba en el cuadro eléctrico fue atendido in situ por el 061, y posteriormente decidió acudir por su propio pie a la mutua para someterse a una revisión.
Los locales de la zona, afectados por el humo
En cuanto a los daños materiales, tan solo una de las viviendas del primer piso sufrió daños considerables debido al humo, y que a la vez fue el único al que, por el momento, no pudieron regresar sus inquilinos una vez finalizado el operativo.
En cambio, alguno de los locales situados en el bajo del edificio no corrieron la misma suerte. Es el caso de la tienda de ropa Udakari, cuya socia, Cris, explicó que el humo afectó a todos los establecimientos de la zona. "Empezó sobre las 11.00 horas, cuando yo estaba en la tienda con un pintor, y escuché un golpe fuerte. Salí afuera y no vi nada, pero empezaron a encenderse y apagarse las luces hasta que finalmente se apagaron por completo. Se empezó a llenar de humo y ya llamé a la Policía Local, que nos echó". Una vez fuera de peligro, Cris afirma que se escuchaba a los vecinos gritar: "¡Que me saquen, que me quemo!".
En cuanto a su local, asegura que toda la ropa está "negra y apesta a humo", por lo que ahora tendrá que esperar al "análisis del perito para encontrar soluciones".
