Alberto Varela obtiene el apoyo del BNG para volver a gobernar en Ravella

Los nueve votos a favor de los socialistas y los dos de los nacionalistas permiten un gobierno en coalición en Vilagarcía ▶ El regidor estuvo arropado por su familia en el Pleno de Investidura
O alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, durante a investidura. DS
photo_camera Alberto Varela sujetando el bastón de mando en Vilagarcía. DS

Alberto Varela volverá a gobernar en Vilagarcía de Arousa por tercer mandato consecutivo pero esta vez, a diferencia de los últimos cuatro años, lo hará sin haber obtenido la mayoría absoluta. El acuerdo con el Bloque Nacionalista Galego permite al PSOE revalidar la alcaldía a pesar de haber perdido las elecciones.

Y es que el Partido Popular, liderado por Ana Granja, se hizo con el mayor número de votos (38 más que el PSOE) el pasado 28 de mayo, alcanzando los nueve concejales, los mismos que los socialistas. Por su parte, el BNG con dos, permite a Varela hacerse con el Goberno local después de varias semanas de negociaciones, en las que el PP ha sido incapaz de alcanzar algún acuerdo que aupara a Granja a lo más alto de Ravella.

Los populares no cesaron en su búsqueda de pactos con otras formaciones con el fin de responder a las demandas de cambio que la ciudadanía vilagarciana manifestó en las urnas. El Bloque Nacionalista Galego, una de las cartas decisivas a la hora de formar gobierno, denegó incluso la posibilidad de sentarse a hablar con el equipo de Ana Granja, cosa que sí hizo Izquierda Unida.

En la sesión plenaria celebrada este sábado, que contó con la asistencia de alrededor de 300 personas, todo fue según lo previsto en cuanto a las votaciones, pues los dos concejales del BNG dieron su confianza a la candidatura socialista.

La jornada contó con varias anécdotas. La primera la protagonizó David Oliveira, número ocho en la lista del Partido Popular quien, en su camino a depositar el voto en la urna, tiró sin querer la bandera de Vilagarcía que presidía el salón. El segundo momento curioso de la mañana tuvo como protagonista al regidor, Alberto Varela, quien en el momento de tomar posesión de su puesto, casi se cae de la silla. Antes, Juan Fajardo propició los aplausos de los simpatizantes de Izquierda Unida al ser la primera papeleta extraída de las urnas con su propio voto.

EN FAMILIA. Alberto Varela estuvo arropado por los suyos en el acto de investidura. A la cita no faltó su mujer Paola María, concejala de Urbanismo e Mobilidade , y sus dos hijos. Además, el padre del regidor no quiso perderse la proclamación, así como sus suegros. Varela no dudó en abrazar a sus allegados tras recibir el bastón.

Varios de los anteriores alcaldes de Vilagarcía se personaron en el Salón de Plenos del Concello para ser testigos del acto de investidura. Entre ellos se encontraban José Recuna, Tomás Fole, Dolores García Giménez, José Luis Rivera Mallo, Enrique León Calviño y Javier Gago López.

REFLEXIÓN. Tras jurar su cargo, Alberto Varela agradeció a los presentes por acudir "de novo a esta casa, que é a vosa, a de todos", así como a los vecinos y vecinas que depositaron su confianza en la lista socialista. "Fai catro anos dixen que temos moitas razóns para sentirnos orgullosos do feito ata agora e de ser como somos" señaló el regidor.

A nosa gratitude a todos os que elixiron outras opcións de voto, mensaxe recibida e dende logo asumida

Es consciente de que el pueblo mandó un mensaje de cambio en las urnas el pasado mes de mayo. "Por suposto, tamén, a nosa gratitude a todos os que elixiron outras opcións, ben porque lles gustou máis o seu proxecto, ben porque nos quixeron mandar unha mensaxe... mensaxe recibida e dende logo asumida".

Una vez en el cargo, anima a todas las formaciones a sumar y dejar de lado las discrepancias con el fin de lograr una Vilagarcía mejor. "O que está por vir é, dende logo, moi ilusionante. Por iso anímovos a todos, tanto aos grupos de corporación como ao resto das institucións e colectivos da cidade, a camiñar xuntos para construír a Vilagarcía que queremos. Dende a discrepancia e a pluralidade de ideas, pero cun obxectivo común", sentenció.