Fue ingrato el reencuentro del Arosa con el entrenador Rafa Sáez al volverse de vacío y en remontada del debut liguero ante el Rápido de Bouzas (2-1). Dos tantos de Cellerino dieron la vuelta a la tortilla al madrugador tanto de Sylla.
Los dos equipos empezaron el partido con la intención de dominar el esférico. Eso sí, pronto, a los dos minutos de juego, se rompió el guarismo inicial. Sylla alcanzó un balón rápido en carrera y se plantó solo ante Brais Pereiro para definir con calidad. El Arosa tomó ánimos y estuvo cómodo saliendo al contragolpe. El propio Sylla acarició el segundo tanto en otro de esos balones sueltos y, después de una mala salida de la zaga local, se quedó delante del portero y lo intentó de sutil vaselina, pero el central Carlos llegó a tiempo para despejar el esférico bajo los palos.
Del posible 0-2 se pasó al 1-1, lo que también cambió las vibraciones del duelo. Un disparo de Youssef y un mal despeje de Táboas, que no consiguió agarrar el balón, permitieron a Cellerino anotar de cabeza y empatar el duelo a seis minutos del descanso. La segunda parte comenzó casi como lo había hecho la primera: muchas opciones y un partido muy disputado en todas las fases del juego.
El primero en avisar fue el Rápido. Un disparo lejano de Cellerino se marchó por encima del travesaño. El Arosa replicó por medio de una gran transición, que tras un centro de Sylla, no conectó por muy poco con Rubo en el segundo palo. Sin embargo, el Rápido fue capaz de completar la remontada poco después, cuando, en el minuto 55, un fuerte disparo de Youssef desde el pico del área lo desvió Cellerino levemente, despistando y tapando la visión a Táboas. Luisito realizó tres sustituciones simultáneas con la idea de dar un vuelco a la situación.
La entrada de Brais Pedreira y Javi Pereira reformó las tentativas de ataque. Así, las oportunidades visitantes se sucedieron, pero no llegó la ansiada igualada. También accedió al terreno de juego el pulmón Brais Vidal. Sylla la tuvo una vez más en su cabeza, después de un centro de Borja Míguez, pero no precisó demasiado el testarazo y el guardameta local terminó despejando el balón a bocajarro.
Los recambios introducidos por Rafa Sáez, más tardíos y estudiados, hicieron de contrapeso, ayudando al Rápido a estabilizarse y a encontrar un mayor equilibrio. Eso sí, el Arosa volvió a rondar el empate con otro buen acercamiento. El Rápido, encerrado, realizó dos sustituciones superado el tiempo reglamentario para cortar el ritmo.
