Medio centenar de pacientes cardíacos del CHUP llegaron a pie a Amil

Se trata de una caminata organizada por la Unidad de Rehabilitación Cardíaca de Montecelo
Generated by  IJG JPEG Library
photo_camera El grupo al completo, acompañados de Protección Civil y Cruz Roja, en la glorieta de Montecelo antes de iniciar la caminata. DS

Una crisis con broncoespasmo sin mayores consecuencias y una bota que se despegó nada más iniciar la ruta y que fue vendada a conciencia para aguantar todo el camino, fueron las incidencias de una iniciativa que nace con vocación de continuidad. Se trata de la caminata organizada por la Unidad de Rehabilitación Cardíaca de Montecelo en la que participaron 49 pacientes recuperados -o en vías de recuperación- de un susto al corazón. Fueron acompañados del cardiólogo Diego Fernández, de una enfermera y dos fisioterapeutas.

El grupo se reunió a primera hora en la enorme glorieta de Montecelo, donde realizaron los imprescindibles estiramientos y calentamiento antes de iniciar un ejercicio físico de tal calibre. El trayecto fue de casi 20 kilómetros, entre el propio hospital y los Milagros de Amil, en Moraña. No fueron solos, pues llevaron varios ángeles de la guarda en forma de voluntarios de Protección Civil, sobre todo en materia logística, de Cruz Roja y de la Asociación do Camiño Portugués.

Casi todos lograron cubrir la etapa a pie, aunque algún participante necesitó descansar por momentos y para eso sirvieron los vehículos de apoyo de dichas entidades. "A experiencia foi moi boa, aínda que atopamos algún tramo de dificultade media-alta costa arriba", relató uno de los participantes al regreso de la expedición. "Cruzamos o Lérez pola ponte metálica que está despois do mi-radoiro e subimos ata o Pontillón do Castro, onde fixemos o avituallamento cun bocadillo de xamón con tomate e auga". A continuación, continuaron por pistas forestales hasta llegar a Amil. Apenas cuatro personas necesitaron subirse a los coches de Amigos do Camiño Portugués y Cruz Roja. Algunos de los participantes aprovecharon para visitar el famoso santuario antes de regresar a Pontevedra, ya en autobús.

Pontecorazón

La ruta transcurrió por un trazado diseñado específicamente por los profesionales de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca para ejercitar de forma saludable y controlada las capacidades físicas de los participantes. El cardiólogo Diego Fernández animó a los caminantes en esta primera ‘andaina’ a dar un paso adelante para crear la asociación Pontecorazón, con el objetivo de continuar realizando actividades. La unidad de Rehabilitación Cardíaca fue puesta en marcha en 2021 y atiende cada año a cerca de 200 pacientes afectados por diversas patologías cardíacas. Sobre todo, personas que han sufrido un accidente cardiovascular, como un infarto o una angina, para que recuperen el tono y evitar que el susto se repita. Asimismo, trabaja en coordinación con los servicios de Cardiología y Rehabilitación.