Intecmar, el organismo que vela por la seguridad del medio marino

Los trabajadores y trabajadoras del Instituto Tecnológico para el control del Medio Marino de Galicia, afincado en Vilaxoán, dedican su día a día a analizar e informar sobre el estado de las aguas que bañan las costas gallegas ▶ Sus estudios determinan la apertura o cierre de las zonas de cultivo basándose en los niveles de biotoxinas presentes en el litoral

El Instituto Tecnológico para el control del Medio Marino de Galicia (Intecmar), abrió sus puertas en el municipio de Vilagarcía de Arousa en el año 2004, estableciéndose en el puerto de Vilaxóan como instrumento oficial del territorio autonómico destinado al control de calidad de los ecosistemas marinos y la correcta aplicación de las disposiciones legales que versan sobre el control técnico-sanitario de los productos del mar. Además de las instalaciones, la nueva base de investigación heredó y asumió las competencias y funciones desarrolladas por el antiguo Centro de Control del Medio Marino (CCMM) desde el año 1992.

El equipo humano lo comprenden un total de 92 personas, “entre las que se encuentra personal propio del Intecmar y personal de la Xunta de Galicia”, comenta la directora del centro, Covadonga Salgado. Además, “el 85% de la plantilla son mujeres y el 15% restante hombres. Así mismo, la presencia femenina también es notable en los puestos de dirección, donde solo tres cargos son ocupados por hombres”.

En los 3.600 metros cuadrados que ocupa actualmente el Instituto se llevan a cabo diariamente diferentes labores clasificadas en base a tres ejes principales: seguridad alimentaria, sanidad animal y la lucha contra la contaminación marina accidental. Biólogos, químicos, físicos y farmacéuticos dedican cada jornada a profundizar en estas áreas realizando los análisis, muestreos e informes pertinentes para garantizar la seguridad de las especies marinas y su ingesta por parte de los ciudadanos.

En la actualidad, los técnicos del Intecmar trabajan en un total de 58 estaciones de muestreo de agua a través de las que obtiene información sobre diferentes variables físico-químicas de una zona en concreto como son la temperatura, la salinidad o el pH. En este tipo de procedimientos también extraen datos sobre la comunidad fitoplanctónica existente, las clorofilas o el carbono orgánico disuelto. Según datos del propio Instituto, el número de muestras gestionadas anualmente oscila entre las 8.000 y las 10.000. Estas son recogidas por el equipo de muestreo propio, por biólogos y asistencias de la Consellería del Mar, personal de las cofradías de pescadores, operarios de la Consellería de Sanidad, SEPRONA, embarcaciones oceanográficas o procedentes de clientes externos como organismos oficiales de otras comunidades autónomas, siendo excluidos los entes privados “para evitar los conflictos de interés”, tal y como explica la directora del centro.

En el caso del muestreo de biotoxinas, el Instituto cuenta con 52 puntos primarios en batea, 126 puntos secundarios en batea, 16 puntos fijos de mejillón en roca, 20 áreas de muestreo de moluscos infaunales y 16 áreas de muestreo de moluscos epifaunales. Este tipo de mediciones se realizan con una frecuencia diaria, semanal, mensual o anual, dependiendo del tipo de prueba y zona. Su objetivo es ser capaces de detectar en el menor tiempo posible alguna irregularidad como la aparición de toxinas que afecten a los organismos filtradores entre los que se encuentran los moluscos bivalvos: mejillones, almejas y berberechos, entre otros.

El mejillón es la especie bioindicadora por excelencia, ya que filtra hasta siete litros de agua por hora

En el caso del mejillón en particular, se erige como la especie estrella, y es que la producción de este molusco se sitúa en torno a las 250.000 toneladas anuales en Galicia. “Es la especie bioindicadora por excelencia, ya que estos organismos son capaces de filtrar hasta siete litros de agua por hora. Es un bivalvo fácil de conseguir, de amplia distribución y además cuenta con esta característica de bioindicador. Por todo esto, un volumen muy elevado de muestras se hace sobre mejillón”, asegura Salgado.

Los trabajadores y trabajadoras del Intecmar estudian cada día las diferentes sustancias químicas presentes en las aguas que bañan las costas gallegas. Entre sus labores destaca la detección de las biotoxinas marinas producidas por determinadas especies de fitoplancton. Los tipos de toxinas analizadas por el personal técnico del Instituto son las PSP, también conocidas como paralizantes, las ASP, denominadas amnésicas, y las lipofílicas, causantes de transtornos gastrointestinales.

Las mareas rojas son cambios de coloración del agua provocados por la sobrepoblación de un tipo concreto de fitoplancton

Uno de los fenómenos más conocidos, provocados por una de estas toxinas, es la denominada marea roja: “un cambio en la coloración del agua hacia tonos rojizos, amarronados o incluso verdosos debido a una sobrepoblación de un tipo concreto de fitoplancton que cuenta con este pigmento”, comenta Salgado, quien asegura que la gran mayoría de veces las toxinas no son visibles, por lo que “el término marea roja de cara a estudiar si la marea es tóxica para los moluscos no es una herramienta útil”.

Las líneas de actuación y el trabajo del personal de Intecmar son fundamentales a la hora de decretar el cierre o apertura de una zona de cultivo de moluscos. Estas decisiones, de las que dependen las personas que trabajan en el mar, son tomadas en función de los valores de toxicidad de las localizaciones. Cuando se experimenta un incremento de ciertas poblaciones de fitoplancton, se aumenta la frecuencia de muestreo, y en el momento en el que se determina un resultado por encima de lo que marca la legislación, se procede al cierre de esa zona de cultivo. Una vez que esos niveles bajan, y tras un periodo de adaptación en el que las especies marinas depuran las biotoxinas, se decreta la apertura.

Una herramienta muy útil tanto para el Instituto como para todos los usuarios dependientes de las decisiones del mismo, es su página web. A ella acceden, en un periodo de altos niveles de toxicidad en la costa gallega, “cerca de 1 millón de usuarios únicos al mes”, indica Salgado. Este portal ofrece información actualizada al instante sobre el medio marino, la legislación vigente, resoluciones de cierre y apertura de zonas o el propio estado de las estaciones de cultivo.