Rebeca y Sergio Tobío son dos hermanos, naturales de Vilagarcía de Arousa, que pueden presumir de ser pioneros en crear un espacio creativo de fotografía en la provincia de Pontevedra. "Hay algo parecido en Vigo pero son como salas, no son espacios tan abiertos y es bastante más pequeño", señala Rebeca.
La idea de crear The Magic Photo, situado en la plaza de Ravella, surgió tras un viaje en el que "vimos esta historia y me llamó mucho la atención, ya que en Estados Unidos era lo último de lo último y ahora se estaba metiendo en Europa. De hecho, en Madrid o en capitales europeas los hay itinerantes", asegura Rebeca.
Un formato al que llevaban dándole vueltas desde enero del pasado año y al que, tras las pertinentes gestiones para adquirir el local, dieron vida el pasado mes de marzo. Ambos se encargan de todo, desde cambiar los decorados, hasta poner al día las redes sociales, uno de los puntos fuertes de un proyecto creativo como este. "Al final nos ve mucha gente por Instagram, así que tenemos que cuidarlo", aseguran.
Es un espacio donde venir a pasarlo bien y dejar correr la imaginación
Ellos definen su oferta como "un espacio donde venir a pasarlo bien y dejar correr la imaginación. Porque puedes venir aquí una vez, haces una foto, pero la siguiente vez puedes hacer otra foto completamente diferente. Entra en juego la creatividad, el pasar un rato divertido y llevarte un recuerdo que se queda para toda la vida. Aquí generas algo que incluso puedes regalar".
Lo cierto es que en The Magic Photo el público se encontrará una treintena de sets en los que desarrollar su ingenio tras el objetivo. Tan solo necesitarán un teléfono móvil o cámara y ganas de pasarlo bien para inmortalizar sus momentos en solitario, acompañados de amigos, familiares, o incluso mascotas. "Hay gente que se saca unas fotos muy chulas con ellas. Al fin y al cabo son uno más en la familia".
Un espacio en el que nada es lo que parece, ya que todos los elementos se pueden mover, haciendo de los escenarios un lugar en el que experimentar. El favorito de la gente, sin duda, es uno de los más simples: dos paredes negras con unas barras led. "Queda muy chulo porque apagamos el resto de luces", explican.
Nos ha sorprendido que a la chavalada es a la que más le cuesta entrar
En cuanto al público que visita el establecimiento, destacan que el rango de edad es muy amplio, pues "viene gente de todas las edades, desde abuelos con nietos, niños a hacer las fotos de comunión, cumpleaños..., un poco de todo". Algo que les ha sorprendido es ver que "la chavalada es la que menos accede. Se quedan en la entrada, miran de lejos, pero no llegan a entrar".
Por todo esto, The Magic Photo se ha convertido en una opción de ocio para pequeños y mayores con la que poder disfrutar durante todo el año sin depender de las condiciones meteorológicas para lograr la instantanea más "instagrameable".
