El PP se impone en Vilagarcía y el PSOE tendrá que pactar para mantener la Alcaldía

La formación liderada por Ana Granja pone fin a la hegemonía socialista, que pasa de la mayoría absoluta sufrir una derrota
photo_camera Alberto Varela y Ana Granja valoran los resultados de las elecciones municipales en Vilagarcía. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Aunque es habitual la apelación al optimismo hasta que el recuento de los votos no pone las cosa en su sitio, en el PP de Vilagarcía posiblemente no fuera muchos los que en su fuero interno apostasen por unos resultados como los cosechados ayer. En sus cálculos figuraba aprovechar que el único edil de Ciudadanos va en su lista para sumar un acta y dos en el mejor de los cálculos. Pero logró sumar tres, y de cinco pasa a nueve, los mismos que el PSOE, que se dejó atrás tres, y además sufrió una derrota cuando había llegado a la cita con una cómoda mayoría absoluta.

El problema para los socialistas estriba en las expectativas que se había marcado, que pasaban por convertirse en el primer partido en encadenar dos mandatos con mayoría absoluta, para lo que daba por hecho que perdería un acta, y ahora se ver superado por el PP.

El éxito de los populares es la constatación de que apostar por aquellos que acreditan una larga trayectoria de trabajo en el partido cuenta con el respaldo de la militancia y los votantes habituales. Su alcaldable, Ana Granja tuvo que ponerse al frente del grupo municipal con el mandato avanzado después de que hubiesen presentado su dimisión quienes ocupaban los número uno y dos de la anterior candidatura. Sin estridencias, realizó su labor y se presentó a esta cita con las urnas liderando una candidatura muy renovada en la que despunta la presencia de la diputada autonómica Elena Suárez, que tiene una larga trayectoria en la vida municipal vilagarciana.

Un vistazo al panorama general pone de relieve el triunfo de las formaciones de izquierda, un factor que debería pesar lo suficiente como para que no se cuestione el acuerdo que permitirá a Alberto Varela mantener el bastón de mando por tercer mandato consecutivo. Pero también en este territorio se registraron novedades. Con el viento a favor, la recuperación del BNG figuraba en todas las quinielas después de un mandato en el que por motivos laborales de quien liderado la candidatura hace cuatro años estuvo ausente de la vida municipal. Los nacionalistas alcanzan las tres actas (su mejor registro histórico), y están llamado a convertirse en los socios del PSOE, y está por despejar la duda de la fórmula: en minoría o en coalición.

Esquerda Unida mantiene su única acta y quien desaparece de la Corporación municipal es Podemos, que había contado con una representante.