Este 10 de octubre se celebra el Día de la Salud Mental bajo el lema "Salud Mental, Salud Mundial: Un Derecho Universal". Para conmemorarlo, la Fundación y Asociación Lar Pro Salud Mental de Vilagarcía ha organizado una jornada con actividades de sensibilización para crear conciencia sobre la importancia de cuidar la salud mental y desterrar los estigmas que habitualmente la rodean.
Desde la Fundación y Asociación creen que "la salud mental es un derecho universal que todos/as merecemos". Por ello, "queremos visibilizar las necesidades en materia de salud mental de la población general y fomentar la participación de toda la población".
La jornada, que se celebró en la plaza de Galicia desde las 11.00 hasta las 14.00, contó con la presencia de decenas de personas que se acercaron al stand de la fundación para adquirir alguno de los productos de cuero que se ofertaban, como carteras o llaveros. Además, los organizadores repartieron pulseras y chapas con el mensaje: "La enfermedad mental no te hace diferente".
Cerca de las 12.30, Mercedes, una de las usuarias, fue la encargada de leer el manifiesto que la Lar había preparado para conmemorar este día. En él, emplazaban a los poderes públicos y a la sociedad en general a que hagan una "lectura sincera, exigente de los derechos humanos y de los valores que los sustentan, en los que estamos incluidos". Entre los cambios exigidos se encuentran que la atención sanitaria y social a las personas que padecen un problema de salud mental sea prioritario y urgente; mayor inversión, esfuerzo en la investigación y creación de recursos, que ser mujer no incremente el riesgo de desigualdad, abuso y/o discriminación; o multiplicar las oportunidades tanto formativas como informativas, entre otros.
Durante el transcurso de la mañana, la organización animó el ambiente con juegos tales como un Pasapalabra, así como un marco para sacar fotos e inmortalizar un día tan importante como este. Las actividades estuvieron animadas por un grupo de gaiteiros a los que se sumó la directora de Lar, Amelia Varela, también ataviada con la ropa tradicional, y que se atrevió a tocar la pandereta.
