La imagen de Santa Mariña, que custodiaba la capilla que llevaba el mismo nombre, situada en Granxa de Abaixo (Dorrón), tuvo que pasar por un minucioso proceso de restauración, y se presentó al público hace exactamente 11 veranos, con alguna que otra novedad.
La figura, tallada en madera, permaneció un tiempo en la casa rectoral, y posteriormente se trasladó a la iglesia parroquial, en un peligroso estado de conservación, tal y como recoge el estudio sobre patrimonio de Sanxenxo na Historia.
Fue entonces, con la iniciativa para recuperar la imagen impulsada por el Seminario de Estudos Locais de Sanxenxo, cuando se procedió a recuperarla, contando con diferentes fuentes iconográficas que señalaban que, anteriormente, la imagen de la santa había portado una palma dorada, por lo que se decidió integrar este elemento en el proyecto de restauración, y así crear una nueva palma para devolverle a la imagen sus atributos originales.
La imagen regresó a la iglesia parroquial en julio de 2012.
