La playa de A Lanzada es reconocida por muchos por su extenso arenal, que ocupa dos kilómetros y medio de la costa de Sanxenxo.
Pero lo que muy pocos saben es que, en uno de sus extremos, se encuentra un enclave repleto de historia. Se trata del yacimiento arqueológico compuesto por restos de una torre que formaba parte del sistema defensivo costero de la Ermida de Nosa Señora da Lanzada. Además, cuenta con un castro y necrópolis.
A pesar de que ya se conocía en el siglo XVIII y se había excavado en el siglo pasado, no fue hasta hace relativamente poco cuando se descubrió su dimensión.
Los descubrimientos más importantes del lugar versan sobre el comercio, ya que en ese punto se han documentado materiales de varias zonas del Mediterráneo.
Durante los trabajos de excavación de este yacimiento, fueron hallados algunos elementos con cientos de años como alfileres de hueso y bronce, cerámica castrexa, machadas y monedas, entre otros.
