Un restaurante atípico que triunfa gracias a su calma

Kannion Surf Bar, que en febrero cumplirá 10 años, apuesta por el rato cercano con el cliente al trabajar solo bajo reserva en sus 8 mesas
Esmeralda Abal y Toño Alarcón son los dueños del local. DS
photo_camera Esmeralda Abal y Toño Alarcón son los dueños del local. DS

Kannion Surf Bar no es uno de esos restaurantes típicos que se pueden encontrar por todo el mundo. El local situado cerca de la playa de Montalvo tiene la calma, la tranquilidad y el trato cercano como sus claves de éxito. Toño Alarcón, uno de sus gerentes, admite que son "atípicos" y que "van a contracorriente" ya que en los últimos tiempos han apostado por reducir aforo y trabajar solo bajo reserva. "Con este modelo nunca hay nadie esperando en la puerta. Además nos permite socializar mucho con el cliente ya que apenas son ocho mesas y entre dos nos arreglamos", confiesa Alarcón.

Lo cierto es que el local cumplirá 10 años en febrero, luego de su transformación desde una tienda de surf y skate. "Nos pilló la crisis y decidimos cambiar de sector", comenta el gerente, que también deja claro que "la esencia del surf no la perdemos".

Uno de los aspectos donde la mantienen es el Festival Rock and Long que celebran a finales de septiembre. "Son tres días de conciertos y de surf, donde nos juntamos unas 200-300 personas y disfrutamos juntas", explica el encargado.

El local dirigido por Toño Alarcón y por Esmeralda Abal estuvo durante dos años con conciertos diarios pero ahora solo los organiza en este festival y en San Juan.

CARTA. Otro de los puntos fuertes del local es la carta. "Cuando nos llega la reserva, enviamos al cliente la carta por Whatsapp y ya sabemos lo que va a pedir", explica.

En el menú, Kannion también apuesta por la innovación ya que la mitad es para veganos. "Los platos para veganos son distintos y sabrosos", presume el jefe, que también destaca de su carta la tabla de ibéricos. "La clave de todo es disfrutar haciendo esto, que es la única forma de hacer que el cliente también lo haga", cierra Abal.