Se aproxima el otoño, el cromatismo de la naturaleza se intensifica, la temporada de baños en la playa concluye y comienza una nueva etapa, que se prolonga durante tres estaciones: otoño, invierno y primavera, en las que Sanxenxo ofrece a quienes quiera caminar y escuchar numerosos atractivos.
Son las sendas que se internan por el interior del municipio, siguiendo unas los cauces fluviales e internándose otras por el monte. Es el mejor argumento para dar a conocer el territorio, y desestacionalizar el turismo, un objetivo que anuncian constantemente las instituciones.
Quienes vienen encargándose de esta tarea desde hace más de una década, sin recibir ayuda alguna procedente de la Administración local, es la asociación Andarela, cuyo catálogo de propuestas aúna el rigor del conocimiento con el buen humor y la inquietud por seguir explorando.
Las promotoras de este colectivo organizan todos los años excursiones para recoger las hierbas de San Xoán, cada día más escasas, y explican los rituales, las leyendas y los remedios para los que son usadas, entre otros apartados. Iluminados con candiles, los participantes en la caminata evocadora de la Santa Compaña. Así, recorren Nantes, Aios, A Lanzada y otros parajes. También acuden a su encuentro con el patrimonio arqueológico en Chan de Lores, Pedra Cavaleira o Chan de Goritas.
Llaman la atención sobre la Fonte de San Xoán, prácticamente destruida, o investigan en las minas romanas de agua de Noalla. La respuesta a sus convocatorias es siempre satisfactoria (oscila entre 35 y más de 250 personas), y es uno de los argumentos que animan a Reme Varela, Estrella Martínez, Diana Soutullo y Carmela Padín a seguir adelante, sin respaldo institucional alguno.
