Juan Carlos I se lleva otro premio bajo el brazo

▶ El rey emérito y la infanta Elena rivalizaron este domingo durante casi cuatro horas en la regata a bordo del Bribón y del Alibabá II, respectivamente

▶ Don Juan Carlos recibió el galardón en un pequeño acto celebrado por la tarde, de manos del alcalde, Telmo Martín

Juan Carlos I en el Puerto de Sanxenxo este domingo. EP
photo_camera Juan Carlos I en el Puerto de Sanxenxo este domingo. EP

Como en su primera visita desde su marcha a Abu Dabi el pasado año, Juan Carlos I no podía despedirse del municipio sin sumar un premio más a su colección de obsequios sanxenxinos. Minutos antes de las 16.15 horas el Bribón patroneado por el rey emérito hacía su entrada en el puerto deportivo, tras una jornada de competición en la que rivalizó con su hija, la infanta Elena.

La infanta, que el sábado fue la gran protagonista de la jornada entre el turismo de Sanxenxo, con el que se mostró atenta e incluso comunicativa, fue un paso más allá este domingo y decidió formar parte activa de las regatas. Lo hizo a bordo del Alibabá II, que en la última jornada se postuló como vencedor, ganando al barco del rey emérito. Así, la infanta Elena, que forma parte de la tripulación de este velero, y que el sábado se conformó con seguir la regata desde la embarcación auxiliar, compitió contra su padre reivindicando, una vez más, que la pasión por la vela y por Sanxenxo es cosa de familia.

Visiblemente satisfecho, aunque notablemente limitado en cuestiones de movilidad, para el rey emérito la recogida del premio supuso culminar una jornada de casi cuatro horas en el mar, que evidencian el buen estado de salud del que goza el patrón del Bribón, con dos días consecutivos de navegación ininterrumpida en el marco del circuito Hotel Carlos I Silgar, puntuable para la Copa de España de 6 metros, y tres en total, desde su entrenamiento del jueves, solo obstaculizado por la meteorología adversa del viernes.

Ya en el pantalán, donde se mostró sonriente en todo momento, recogió el reconocimiento de manos del alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, apoyándose en su bastón y amparado por su tripulación, entre quienes se encontraba su inseparable amigo y presidente del Náutico, Pedro Campos, en un acto en el que también participó la infanta Elena junto a la tripulación de su respectiva embarcación, así como el coordinador del Real Club Náutico de Sanxenxo, Carlos Agra, el director del Hotel Carlos I de Silgar, Leonardo López, o el edil Marcos Guisasola, entre otras autoridades.

El acto, al que, como el pasado año se permitió la entrada de la prensa acreditada para la regata, fue mucho más discreto que entonces, teniendo en cuenta la menguante presencia de medios de comunicación en el municipio, ante el mutismo del rey emérito y su entorno.

UNA DESPEDIDA ARROPADA. El rey emérito y su hija llegaron este domingo al pantalán del Náutico al filo de las 12.00 horas, ante una gran cantidad de turistas y curiosos, esta vez conocedores ya de la presencia de la infanta en el municipio, que volvieron a arroparles en la salida de la competición. En el coche conducido por Pedro Campos, desfilaron Juan Carlos I como habitual copiloto y la infanta, en el asiento trasero. El Bribón soltó amarras media hora más tarde, con toda la tripulación ya en sus puestos y un rey emérito atento con los espectadores en todo momento, a los que dirigió varios saludos, como es costumbre, aunque sin mediar palabra. La infanta Elena no dejó de interactuar con las tripulaciones y allegados que les despidieron a pie de pantalán, en una tercera estancia en el municipio que, aunque sin confirmación oficial, roza ya su fin.