Una escuela de futuro en la Cultural

Una semana después de su llegada a Sanxenxo, los alrededor de 50 jóvenes que permanecen en el municipio reciben clases y participan en actividades de lunes a viernes, en una improvisada escuela a la que asisten rigurosamente ▶ Otros ya han podido reunirse con sus familias en diferentes ciudades

 Los jóvenes, durante una mañana de clases y actividades en la Cultural Municipal de Dorrón. JOSE LUIZ OUBIÑA
photo_camera Los jóvenes, durante una mañana de clases y actividades en la Cultural Municipal de Dorrón. JOSE LUIZ OUBIÑA

Hace mucho que algunos dejaron sus estudios para trabajar, otros asistieron más tiempo a la escuela y, los menos, apenas pudieron pisarla en su niñez. Después de tener que echarse al mar huyendo de la guerra, la precariedad laboral, los abusos policiales o la extorsión en Mali, Senegal, Guinea Bissau, Guinea Conakri, y haber sobrevivido para contarlo, ahora les toca mirar hacia el futuro y su camino, en el que la ONG Accem y el Concello de Sanxenxo juegan un papel fundamental a nivel de respaldo, comienza por la formación. Exactamente una semana después de llegar a Sanxenxo, los alrededor de 50 jóvenes que se alojan actualmente en Areas ya disponen de un programa de integración, aprendizaje del idioma y contextualización, que asumen con alegría, agradecimiento y una humildad infinita.

Para ello, la Cultural de Dorrón se ha convertido, de martes a viernes, en una improvisada escuela con todo lo necesario para que los jóvenes avancen en sus conocimientos sobre el entorno, sus costumbres, y aprendan diferentes habilidades a través de talleres de ocio que, por el momento, imparten al cien por cien los integradores de Accem.

Además de esto, está previsto que los jóvenes dediquen las jornadas de los lunes a realizar actividades deportivas, a las que muchos de ellos son grandes aficionados. Cabe recordar que el Concello acordó con clubes del municipio abrir la participación de los jóvenes a algunos entrenamientos, y cedió también el espacio ubicado en Dorrón para llevar a cabo las clases, en una gestión dirigida por la edil de Servicios Sociales, Paz Lago. "El Concello es muy proactivo, y está colaborando en todo lo que propusimos", aseguró el responsable de la ONG en Galicia, Daniel Bóveda, que también quiso destacar la buena marcha de la planificación para dar respuesta a las necesidades de los jóvenes, que se está desarrollando en unas condiciones óptimas en el municipio. De hecho, tanto la buena actitud del vecindario de la zona de Areas, como la entrega por parte del personal del hotel Baixamar, han sido un aliciente para mejorar la estancia del grupo de jóvenes, recién llegados tras haber tenido que pasar por condiciones muy duras durante la travesía entre sus países de origen y su destino provisional en Sanxenxo. Por ello, cada pequeño detalle marca la diferencia para el que es "un grupo muy colaborador", formado por jóvenes que el mismo personal del hotel describió en su momento como "maravillosos". "Hay que mencionar al equipo de cocina del hotel, que es espectacular", aseguraró el responsable de la ONG.

Los jóvenes paseando por la calle en Dorrón. JOSÉ LUIZ OUBIÑA
Los jóvenes paseando por la calle en Dorrón. JOSÉ LUIZ OUBIÑA

Por otra parte, algunos de los jóvenes ya han abandonado el municipio y están actualmente con sus familiares en diferentes ciudades españolas, mientras que el hotel Baixamar continúa manteniendo disponible un pequeño número de plazas a mayores, dispuesto a alojar a más personas si fuera necesario aunque, por el momento, no está previsto.

MÉTODO DE APRENDIZAJE. Aunque tan solo llevan una semana en el municipio, el grupo ha podido aprender ya algunas palabras y expresiones, además de entrar en contacto con el vocabulario básico del castellano, mediante un sistema de tarjetas y ejercicios que realizan durante las clases con la ayuda de la integradora social.

Durante las jornadas de clase, además de estudiar el idioma, toman apuntes sobre diversas cuestiones relativas al contexto geográfico y social del que será su nuevo hogar y, por supuesto, también hay tiempo para merendar y descansar practicando algún deporte al uso de un instituto común. De hecho, desde el alojamiento en Areas, el grupo puede desplazarse fácilmente a pie hasta la Cultural de Dorrón, un emplazamiento que, para ellos, significa mucho más que un lugar donde asistir clases, y que, ahora, marca el principio de una nueva vida.